Sinopsis
En octubre de 1963, cuando Annie Ernaux se halla en Ruán estudiando filología, descubre que está embarazada. Desde el primer momento no le cabe la menor duda de que no quiere tener esa criatura no deseada. En una sociedad en la que se penaliza el aborto con prisión y multa, se encuentra sola; hasta su pareja se desentiende del asunto. Además del desamparo y la discriminación por parte de una sociedad que le vuelve la espalda, queda la lucha frente al profundo horror y dolor de un aborto clandestino.
¿Por qué me decidí a leerlo?
Llevaba mucho tiempo queriendo leer algún libro de la autora. Primero, porque es una grande de las letras francesas, y, segundo y sobre todo, porque su obra siempre se basa en su vida, su enfermedad, su matrimonio, una aventura… Pero no sabía por cuál de sus libros empezar, pasaba el tiempo y se me olvidaba. Este debía de ser el momento, porque busqué entre su literatura y me encontré con este, que por desgracia está muy de actualidad, ya que el Tribunal Supremo de EE. UU. ha derogado el derecho de aborto. En este libro cuenta cómo fue su aborto en la Francia en la que todavía estaba prohibido y podía llevar a la cárcel.
¿Mereció la pena?
Me ha merecido mucho la pena leer este libro que trata sobre un tema tan íntimo para las mujeres como es el aborto, y de una forma tan directa. Lo habla sin tapujos, como si su escrito no fuera para los lectores. Como si fuera para ella misma, para recordarlo y analizarlo. Y por eso hablo de él como un libro, porque no considero que sea una novela. Es el relato de un hecho tremendamente duro que le pasó a la autora en su juventud y por el que tuvo que pasar en una tremenda soledad. Se tiene que enfrentar a un embarazo no deseado, con todo lo que conllevaba eso en los años 60 en la sociedad francesa. Y hacerlo contra esa sociedad y contra las leyes, a espaldas de la familia, de los amigos y de la ley. Y, aunque ella tenía claro que no quería ser madre, no le fue fácil tomar esa decisión.
Me ha helado la sangre ver que en todo esto también influye la clase social a la que perteneces. Ella, de una familia muy humilde, es la primera que ha llegado a la universidad, y quiere a toda costa dejar de pertenecer a la clase de su familia. Quiere pertenecer a una clase superior, la de los libros, dice ella en algún momento. Entonces, al quedarse embarazada, piensa que al final le ha pasado lo mismo que a las chicas de la clase social de la que proviene, y se siente muy frustrada. Igualmente es revelador cuando en el hospital el interno que la atiende la trata de una manera horrible, pero al día siguiente se disculpa y le dice que debería haberle dicho que era una estudiante de la universidad. Porque la habría tratado mucho mejor. O sea, que las clases pobres no se merecen un buen trato por parte de los médicos.
Está escrito de una forma que te lleva con ella por su soledad. Primero, cuando se lo cuenta a un amigo, y este la empieza a mirar con distintos ojos a como la miraba y, por supuesto, muy machista. Después, con un médico que no quiere practicar el aborto, pero intenta ayudarla mandándole antibióticos para cuando se lo realicen; y ya por fin, con otra mujer, que es la que le da las señas donde ir. Pero la parte más brutal del libro es cuando entra en la casa donde se lo van a practicar, y a la que tiene que volver días después para hacerlo otra vez porque no ha salido bien. O cuando tiene el aborto en el colegio mayor donde vive, y sin tener ni idea, la tiene que ayudar una compañera que, además es muy católica. Y, a pesar de ello, la ayuda y le da todo el apoyo que puede.
Así que, aunque he sufrido tanto con la autora, luego he pensado mucho sobre el tema. Y vuelvo a creer que nadie debe obligar por ley a nadie a decidir tener un hijo. Que esas personas siempre son las mismas, retrógradas que, basándose en la moral, prefieren que las mujeres mueran al hacerse abortos clandestinos, sin cuidado y en malas condiciones. A todos ellos les digo mi máxima en la vida: “vive y deja vivir”. La ley no obliga a abortar a nadie, pero sí ayuda a que se haga en unas buenas condiciones.
¿A quién se lo recomiendo?
A los que os gusten los libros duros, porque este lo es. Muy directa, la autora no se corta al relatar lo que sintió y recuerda de aquellos tres meses horribles, que seguramente la convirtieron en una persona diferente.
Ritmo de lectura
Rápido.
¿Leerías algo más de la autora?
Creo que quiero leer todos sus libros.