(Me lo he leído en inglés, así que la portada en castellano la he elegido porque me parece que representa, en cierta forma, una parte de la historia, aunque para entender por qué hay que leerse la novela. La sinopsis es de esa misma edición, de Alianza Editorial).
Sinopsis
Obra que dio origen a la llamada «novela gótica», El castillo de Otranto comenzó a forjar el tenebroso imaginario formado por ominosos castillos provistos de lúgubres mazmorras, por una naturaleza sombría y turbulenta, y por sucesos y percances inesperados y escalofriantes. Escrita de un tirón por Horace Walpole (1717-1797) a raíz de una pesadilla –circunstancia a la que acaso debe la agilidad de su trama–, la novela tiene el interés añadido de ser una de las primeras apariciones de lo que luego se llamaría el surrealismo en la literatura.
¿Por qué me decidí a leerlo?
Por el reto de Todos los clásicos grandes y pequeños de Las inquilinas de Netherfield, porque tenía que leer un «clásico de terror o gótico» (nivel 3). A mí el terror no me gusta nada, así que tenía que ser algo gótico. ¿Y qué mejor que la primera novela considerada gótica? Decidí leerla en inglés (aquí tenéis el enlace al libro en el Proyecto Gutenberg) porque creí que me resultaría difícil encontrarla en castellano, pero sí que hay varias ediciones traducidas disponibles.
¿Mereció la pena?
Me alegro muchísimo de haber leído esta historia, porque disfruté leyéndola, no pasé nada de miedo y algunas partes hasta me hicieron gracia, que era algo que no me esperaba. Me encantó, excepto por algo que pasa justo al final. Evidentemente no lo voy a contar, pero es algo que me dolió porque me pareció injusto, y esperaba que al final se arreglara o terminara de otra forma… Aun así, me parece que mereció la pena, ya que ninguna novela puede ser perfecta y totalmente acorde a mis gustos… La introducción del editor, Henry Morley, advierte que hay que leerlo pensando en la época en la que se escribió (se publicó por primera vez en 1765 y la edición de Morley es de 1901). Creo que quiere dar a entender que, si los lectores actuales no pasamos miedo o no entendemos su éxito, es porque el género gótico (o de terror) ha avanzado mucho. A mí, desde el principio, me hizo bastante gracia, y no me dio miedo, en parte porque los personajes tienen muchos más problemas que los de tipo sobrenatural, así que no están continuamente aterrorizados.
Con el prefacio de la primera edición el autor quiere hacer creer que la historia es una transcripción de un documento, hallado en la biblioteca de una antigua familia católica del norte de Inglaterra, y que se imprimió en Nápoles, en 1529. El autor del prefacio (anónimo) también explica que la historia transcurre algunos siglos antes, pero sin que se sepa la fecha exacta (puede que entre 1095 y 1243, pero hasta da explicaciones sobre por qué no pudo ser antes o después). También aclara que probablemente los nombres son ficticios y hasta intenta entender las motivaciones del autor anónimo que quiso que pasaran a la posteridad los hechos acaecidos en el castillo. Y ni siquiera puede asegurar que la historia pasara realmente. Horace Walpole, con todo este despliegue previo, a mí ya me tenía ganada como lectora, porque se notaba que imaginación no iba a faltar en la historia.
La trama es corta, pero da para mucho. Nos encontramos parecidos físicos inexplicables (bueno, luego tienen una cierta explicación); varios tipos de amores (amor a primera vista, amor «práctico», amor no correspondido…); muertes que alteran el futuro de los demás de formas que nadie imaginaría; parentescos inesperados; usurpadores; buenos y malos padres; esposas sacrificadas y mujeres que no quieren casarse; hombres que solo piensan en la descendencia; gente que revela su auténtico carácter; diferencias sociales; “pecados” que acaban pagando los hijos… Me sorprendió mucho que saliera el tema del divorcio (o anulación matrimonial). Aunque creo que lo que más me sorprendió fue mi reacción cuando cierto personaje quiere divorciarse, porque pensé que ella no debería aceptar la separación. Y eso que en realidad estaría mucho mejor sin él, pero lo que me parecía injusto era la diferencia entre él (que seguiría con su vida y podría volver a casarse) y ella (nada de eso). Esa situación me hacía pensar que o los dos por igual o a seguir casados.
Los personajes, a pesar de ser una historia corta, me parecieron bien perfilados. Me llamó mucho la atención el protagonismo de las mujeres: Isabella, muy resuelta, tratando de escapar del castillo (y sabiendo por dónde se puede escapar); Matilda, tan noble (a mí me pareció adorable y que no debería ser tan buena); e Hippolita, la madre de Matilda, que no sé si llamarla buena o tonta, por sentir lo que siente por quien no debería sentir nada. Incluso tiene cierta importancia una doncella, Bianca, que parece bastante casamentera (en la vida actual sería la amiga que se empeña en que la gente use alguna aplicación para ligar). Y me gustó mucho la amistad entre Isabella y Matilda, y también la relación de las dos con Hippolita. Manfred es el más villano de los personajes, y tenía momentos en los que me resultaba muy odioso, por ser tan déspota. Pero también ofrecía momentos muy divertidos, sobre todo cuando se impacientaba porque alguien daba rodeos sin llegar a decir claramente lo importante. Casi me lo podía imaginar agobiado con tanta palabrería…
Otros personajes son un campesino que da muchas sorpresas (al principio me preguntaba por qué, si parece estar metido en todos los enredos, no tenía nombre, pero todo tiene su explicación), o fray Jerome, que sorprende con su pasado y también se lleva unas cuantas sorpresas. Lo que me resultó muy curioso es cómo se toman todos los personajes la posibilidad de que haya fantasmas: están seguros de que existen, y casi nadie piensa en otra posible explicación (es verdad que era difícil de explicar sin algo sobrenatural en esa época). Y algunos, como Manfred o Matilda, tampoco le dan demasiada importancia, como si fuera algo inevitable y que no hay más remedio que aceptar, pero sin sentir miedo. Matilda, que ya he dicho que es muy buena, hasta se preocupa pensando en si habría que ayudarlos para estar en paz (si son buenos y no malvados, claro).
¿A quién se lo recomiendo?
A quien quiera leer una historia entretenida, donde no paran de suceder cosas. Y, por supuesto, a quien quiera conocer la que se considera la primera novela gótica.
Ritmo de lectura
Bastante rápido, aunque en parte no quería que se acabara porque estaba disfrutando mucho.
¿Leerías algo más del autor?
No lo descarto, y menos si todas sus obras son como esta, pero no sé si tiene mucho más disponible.