Sinopsis

Estamos a principios de los años ochenta del siglo pasado, y en los campus norteamericanos triunfan los pensadores franceses como Barthes, Lyotard y Derrida, y en su tiempo libre los alumnos escuchan a los Talking Heads. Pero Madeleine Hanna, una romántica incurable que está escribiendo su tesis sobre Jane Austen y George Eliot, dedica sus energías a indagar cómo abordaron el amor esas dos extraordinarias autoras del pasado.

También ella, en plena juventud repleta de indecisiones y sueños, se convertirá en protagonista de una historia de amor apasionada, dolorosa, intensa y compleja como las de las grandes novelas románticas. Porque en su vida aparecerán dos hombres muy diferentes. Leonard Bankhead, solitario, carismático y brillante estudiante de ciencias con el que entablará una relación cargada de desafíos intelectuales y erotismo.

Y, completando el triángulo, un viejo amigo, Mitchell Grammaticus, estudiante de teología interesado por el misticismo cristiano y atormentado por las dudas, que trata de encontrarle un sentido a su vida. Y, una vez finalizada la universidad, el triángulo se mantendrá, mientras la entrada en el mundo real les obliga a los tres a replantearse muchas de las cosas que han aprendido en las aulas, a reflexionar sobre el sentido último de la vida, la existencia de Dios y la verdadera naturaleza del amor.

¿Es posible escribir hoy una historia de amor que recoja la intensidad de las obras maestras de la literatura clásica y al mismo tiempo resulte rabiosamente contemporánea? Jeffrey Eugenides lo ha conseguido. Tras situarse con Las vírgenes suicidas y Middlesex como uno de los grandes narradores norteamericanos actuales, ha construido ahora una ambiciosa novela en la que indaga en el compromiso y las renuncias, en el sufrimiento y la pasión que conlleva el amor. Y lo hace con un triángulo formado por unos protagonistas jóvenes que se adentran en las complejidades de la vida y en los pantanosos e inestables territorios del deseo.

¿Por qué me decidí a leerlo?

Es un autor que me gusta mucho, ya había leído otros libros de él (de Middlesex hay reseña) y este me lo recomendaron. Y como el tema de estudiantes y universidades en EE. UU. siempre me parece interesante, decidí leerlo.

¿Mereció la pena?

Siempre que leo a este autor me gusta mucho y en esta novela sigue, como en las anteriores, contándonos cómo maduran las personas. En este caso el proceso de maduración de licenciados universitarios que estudian en la década de los 80, que muy bien conoce el autor, ya que es cuando él fue a la universidad. El título de La trama nupcial es la tesis que prepara la protagonista, Madeleine, que trata sobre el matrimonio como feliz resolución de las novelas victorianas y el contraste con su propia vida, ya que se casa nada más terminar la universidad y no es muy feliz. Una época llena de ingenuidad e ilusiones, que a veces llegan a ser desencantos.

En La trama nupcial lo más importante es que hay un triángulo amoroso. Madeleine es una chica muy romántica, solo hay que fijarse en el tema de su tesis. Pero en los años 80 ya no hay lugar para una «trama nupcial» y el autor rompe ese molde para enseñarnos la visión de los tres protagonistas, todos sus miedos, todas sus ilusiones, su forma de ver el amor… Y lo mejor de todo esto es que los personajes nos pueden resultar muy familiares, podemos reconocer a gente como ellos, son muy reales.

Me ha gustado mucho cómo nos muestra todo el mundo universitario de los 80, profundizando en lo que pensaban los jóvenes en aquella década, y contándonos sus inquietudes, pero de una forma muy entretenida. También me ha gustado toda la historia individual de los dos pretendientes, uno haciendo un viaje espiritual a la India y el otro, su vida con una enfermedad mental.

¿A quién se lo recomiendo?

A los que os gusten los libros donde se habla de la juventud, sus inquietudes, sus miedos, su forma de aprender y su forma de amar.

Ritmo de lectura

Es muy ameno, así que ha sido un ritmo rápido.

¿Leerías algo más del autor?

Claro que sí, me encanta este autor, así que seguiré leyendo sus libros.