Sinopsis
Cal Stephanides decide contar su historia, revelar su secreto. Porque Cal, como Tiresias, ha vivido como mujer y como hombre. Todo comienza en 1922, cuando los abuelos de Cal huyen tras la guerra. Se instalan en América, en casa de su prima Lina y su marido. Las dos parejas tendrán a sus hijos casi al mismo tiempo, y estos hijos, en un juego de consanguinidades, se casarán y serán los padres de Cal. Que cuando nace es Calliope, y parece destinada a encarnar la leyenda sobre esas niñas que cuando llegaban a una cierta edad se transformaban en hombres. Y así comienza la esperadísima segunda novela de Jeffrey Eugenides, un caleidoscopio de historias que abarca ocho décadas en la historia de una familia. Es uno de los intentos más ambiciosos y logrados de escribir ese oscuro objeto del deseo literario, la Gran Novela Americana. En esta ocasión, con magníficos ecos homéricos.
¿Por qué me decidí a leerlo?
Me apetecía leer algo del autor de Las vírgenes suicidas, y de esta novela, con la que ganó el Pulitzer en 2003, había leído muy buenas críticas.
¿Mereció la pena?
Me ha encantado esta maravillosa saga familiar griega. Está narrada en primera persona por Cal, un hombre que nació como mujer. Es una novela que toca muchos temas. En ciertos momentos es histórica, contándonos el conflicto bélico entre Grecia y Turquía en los años 20, la gran migración a Norteamérica o la Gran Depresión. Pero también durante todo el libro hace un gran retrato del Medio Oeste norteamericano. Y continuamente está haciendo referencias a la mitología griega.
La primera parte empieza con la odisea que pasaron sus abuelos, que eran hermanos y amantes, desde Esmirna hasta que llegan a Detroit. Entonces nos enseña de forma maravillosa la sociedad americana y la mecanización en las fábricas. Y así Cal nos va desgranando la historia de su familia, llena de lazos consanguíneos. Con unos personajes que nos enseñan constantemente sus miedos, deseos e inseguridades. Otro tema que trata de manera magistral es el del racismo o xenofobia hacia los inmigrantes, que cuando llegan a un país nuevo se encuentran poco o nada cómodos porque son repudiados. Les hacen seguir unas normas de vida, que disfrazan de recomendaciones higiénicas y sanitarias. Y son obligados a vivir solos en una casa, cuando ellos lo que quieren es vivir con familiares para repartir los gastos del alquiler.
La otra parte del libro, y para mí más interesante, es la historia de Cal. Es hermafrodita, por un gen mutado y la deficiencia de alfa reductasa, y busca su identidad sexual y personal. El protagonista primero es considerado una niña, y me pareció muy interesante cómo nos cuenta la educación que recibió como niña y cómo en la adolescencia lo pasa fatal. Porque no se desarrolla, ni le crece el pecho, ni tiene la menstruación, ni es capaz de integrarse. Aprovechando esto, el autor repasa los avances médicos que se produjeron en este sector durante la década de los 70, época en la que se empiezan a fijar en la identidad sexual. Y más tarde, cuando ya se presenta en la sociedad como hombre, sigue sin integrarse. No quiere implicarse en relaciones con las mujeres por miedo al rechazo, y porque no sabe cómo reaccionarán ellas ante el hecho de que no puede tener hijos.
Me ha gustado mucho que a pesar de que el libro cuenta cosas muy duras, no lo hace siendo un dramón. Por el contrario, es más bien una tragicomedia y hace que las cosas más duras y crudas se suavicen. Son indudablemente temas muy delicados, pero los trata con mucha naturalidad. Por último, quiero contaros que el título del libro, Middlesex, es el nombre de la última casa en la que vive, pero también se puede traducir como «zona de sexualidad intermedia», esa zona entre ser hombre y mujer. Un título muy bien puesto.
¿A quién se lo recomiendo?
A los que os guste que en las novelas se hable de muchos temas: emigración, inmigración, racismo, incesto, mitología, historia… Pero sobre todo a los que os guste bucear en la identidad de género.
Ritmo de lectura
Es un libro largo, pero está tan bien escrito, con una prosa tan natural, que me hizo leer y leer sin parar. Por lo tanto, ha sido bastante rápido.
¿Leerías algo más del autor?
Por supuesto que sí. Este es el primer libro que me he leído de él, pero no va a ser el último que me lea de este autor.