Sinopsis

«La primera vez la coge tan desprevenida que se sobresalta al verlo.» El encuentro se produce en un parque. Ella es Casi, una adolescente de «casi» catorce años; él, el Viejo, tiene muchos más. El primer contacto es casual, pero volverán a verse en más ocasiones. Ella huye de las imposiciones de la escuela y tiene dificultades para relacionarse. A él le gusta contemplar los pájaros y escuchar a Nina Simone, no trabaja y arrastra un pasado problemático. Estos dos personajes escurridizos y heridos establecerán una relación impropia, intolerable, sospechosa, que provocará incomprensión y rechazo y en la que no necesariamente coincide lo que sucede, lo que se cuenta que sucede y lo que se interpreta que sucede. Una historia elusiva, obsesiva, inquietante y hasta incómoda, pero al mismo tiempo extrañamente magnética, en la que palpitan el tabú, el miedo al salto al vacío de la vida adulta y la dificultad de ajustarse a las convenciones sociales… La ambiciosa carrera literaria de Sara Mesa da un nuevo paso adelante con esta novela sobre dos seres desarraigados cuyos destinos se entrecruzan en un parque, una defensa de la inadaptación y la diferencia.

¿Por qué me decidí a leerlo?

Me lo recomendaron como muy bueno varios conocidos de Instagram, y como ya he leído varios libros de esta autora y me han gustado todos, me decidí a leerlo.

¿Mereció la pena?

Mereció mucho la pena porque, igual que en las otras novelas que he leído de ella, Sara Mesa demuestra que es una autora incómoda. Y lo digo en el buen sentido de la palabra, porque toca un tema tabú para nuestra sociedad. Una historia que nos trae a dos personas marcadas por el acoso y los abusos, inadaptados sociales, y que se ayudan el uno al otro, a pesar de ser una preadolescente y un hombre de más de 50 años. Esto provoca una relación totalmente inadecuada para la sociedad que les rodea. Y lo cierto es que ellos lo presienten, y por eso se esconden del resto del mundo. Porque todos tenemos algún tipo de prejuicio ante estas amistades y pensamos más allá de lo que puede estar ocurriendo. Es una amistad proscrita desde el principio y con un final en el que se nos habla de cómo la verdad puede estar disfrazada con una gran mentira.

Me ha parecido una gran novela porque podría parecer que no dan para mucho solo dos personajes, un espacio reducido de un parque y las conversaciones de Casi (casi catorce años) y Viejo. Pero con una narración que parece sencilla, ya que nos cuenta lo que piensa la niña, nos plantea muchas preguntas sobre estas amistades proscritas y sobre esta sociedad tan hipócrita.

El libro también nos hace preguntarnos sobre lo normal y lo anormal en las personas, en este caso la anormalidad de Viejo, y según avanza la novela nos damos cuenta de que más que anomalía, en realidad es una víctima más de esta sociedad de hipócritas. Cuando nos cuentan algo deberíamos ser más críticos y no creerlo a pies juntillas, porque lo que nos han contado puede no ser verdad.

Es importante cómo nos representa Sara Mesa a Casi, una preadolescente muy confundida, con muy baja autoestima, muy insegura y que quiere, como todo el mundo, ser amada. Y cuando encuentra a Viejo y este le presta atención, encuentra un amigo para no seguir estando sola. Y nos podríamos preguntar qué hace esta sociedad para incluir a estos adolescentes que son diferentes a los demás, tanto en el seno de la familia, como en el instituto.

En resumen, que después de leer el libro le sigues dando vueltas al tema y te haces muchas preguntas. Y eso es lo que más me gusta de la literatura.

¿A quién se lo recomiendo?

A los que os gusten los libros en los que se habla de tabúes, prejuicios, incomprensiones, personajes rotos…

A los que busquéis novelas que a simple vista parecen sencillas, pero cuando las acabamos seguimos pensando en los temas que tratan.

A todos los que os guste la crítica, aunque sea soslayada, a la sociedad actual.

Ritmo de lectura

Es una novela breve, de 127 páginas, así que me la he leído de un tirón.

¿Leerías algo más de la autora?

Me gustan tanto sus novelas que quiero ir leyéndolas todas, poco a poco.