Sinopsis

La hija extranjera narra la historia de una joven que nació en Marruecos y creció en Cataluña, con la compleja realidad cultural, social y personal que acarrea la condición de inmigrante, especialmente en lo que se refiere a la relación con su madre. La novela está articulada como un monólogo interior en el que la protagonista, una joven brillante que vive con su madre en una ciudad de provincias, al terminar el instituto debe decidir cómo afrontar el futuro que tiene por delante. Sus opciones son o bien seguir el camino de cualquier joven de su edad e irse a estudiar a Barcelona para explotar su talento o, por lo contrario, seguir el rumbo de las mujeres marroquís, y aceptar un matrimonio arreglado con su primo.

¿Por qué me decidí a leerlo?

De Najat El Hachmi ya había leído Madre de leche y miel, de la que os hice también reseña y me gustó mucho. Quería seguir leyendo libros de ella y mucha gente me recomendó La hija extranjera.

¿Mereció la pena?

Me ha gustado mucho la historia de esta chica nacida en Marruecos, pero criada en Cataluña, que nos cuenta en primera persona, a modo de monólogo interior, cómo se siente entre la espada y la pared. Ni marroquí, porque ya no comparte esa cultura, pero tampoco catalana porque aquí la siguen viendo como una extranjera. Está atrapada entre dos mundos que casi la llevan a la locura. Ella se siente muy desligada de su tierra natal, pero aquí en España lo tiene muy difícil como emigrante que es, aunque ella se sienta ya más de aquí que de allí. Su forma de vida es mucho más libre, ha recibido una educación con la que puede aspirar a más, pero choca con el mundo de su madre, una mujer conservadora de las tradiciones árabes.

En La hija extranjera se habla de inmigración, pero el tema central no es este, es el amor entre la madre y la hija, que, por cierto, no sabemos en ningún momento cómo se llama. El otro personaje importante del libro es la madre que, pese a querer lo mejor para su hija, es incapaz de ver que lo que ella quiere no es lo que más la conviene. Piensa que lo mejor es seguir las tradiciones de su cultura, aunque ya no tengan nada que ver con su hija, y se equivoca. Lo más brutal del libro es que la hija se autoimpone esos deseos de su madre, aunque sabe que no es lo que quiere hacer y esto la hace sentirse tan sometida que, como ella misma dice, se desdibuja y cae en una depresión bestial, viendo cómo todos sus sueños se evaporan para cumplir los de su madre. La madre y la hija no se entienden en absoluto, pero se quieren tanto que la hija es capaz de hacer cosas que no desea por el amor hacia su madre.

Es un libro muy intimista, que nos habla del peso que tienen las raíces de cada cultura y la dificultad que a veces se tiene para adaptarse a culturas diferentes. Pero también nos habla de amor y de inmigración, como os he dicho, y de sexo y racismo. Eso sí, con mucha naturalidad y sencillez.

¿A quién se lo recomiendo?

A todos los que os gusten los libros sobre la cultura marroquí.

A todos los que os guste que se cuenten cosas sobre la inmigración y el racismo.

Ritmo de lectura

Muy rápido, porque esta autora tiene una prosa muy bonita, fluida, emotiva y dulce, a pesar de que las cosas que cuenta no son ni dulces ni bonitas la mitad de las veces. Además, también le dio ritmo a la lectura el querer saber cómo termina el libro y qué decisión toma la protagonista.

¿Leerías algo más de la autora?

Por supuesto.