Sinopsis
Portbou, 1990. Una joven aparece ahorcada en un árbol. Lleva un vestido blanco, como de novia, y nadie sabe quién es. La investigación confirma que se trata de un suicidio, aunque no logran identificar a la víctima.
Veinticinco años después, el inspector Garibaldi descubre el caso. A pesar del tiempo transcurrido, decide trasladarse a Portbou para investigar qué sucedió. Pero allí topa con entramados muy poderosos de tráfico de drogas, trata de blancas y corrupción política que no le pondrán las cosas fáciles. Garibaldi sabe que se juega la vida, pero, aun así, está decidido a indagar hasta el final.
¿Por qué me decidí a leerlo?
Me lo recomendaron en la Feria del Libro (después de decir que me gustan las novelas de misterio). Estuve a punto de no llevármelo por estar basada en un hecho real, porque normalmente prefiero libros que sean «pura ficción». Pero pensé que podía salirme un poco de mi zona de confort y probar con este libro.
¿Mereció la pena?
En general se lee bien, y como estaba enganchada me lo leí enseguida, así que sí. Tiene una mezcla de capítulos muy cortos, cortos y algo más extensos, que a mí me dejaba con ganas de saber más, y no solo sobre la trama principal. Lo de «basada en un hecho real» me pareció un poco engañoso. El autor lo que hace es desarrollar una historia tras leer una noticia real, de un caso no resuelto, pero él se inventa todas las tramas y la explicación final. Es decir, que lo único real es que sigue sin estar resuelto el caso de una mujer que apareció ahorcada y con un vestido parecido al de una novia. El final me pareció demasiado novelesco, por las reacciones de algunos personajes y el desenlace casi épico. Pero es una pega pequeña.
El protagonista es Garibaldi (aunque no aparece en todos los capítulos), un inspector de policía famoso por escribir un libro. Por ayudar a su amiga Anna empieza a investigar un caso en el que ni siquiera se sabe quién es la víctima, y que algunos parece que no quieren que se resuelva nunca. Me recordaba al protagonista de otra novela (Las culpas de Midas, de Pieter Aspe), aunque me resultó un poco más agradable (pero poco). Tiene problemas de adicción, es putero y con un gran éxito (inexplicable) con las mujeres. Lo que más me desconcertaba es que le encantara ir a burdeles, sabiendo lo que sabe sobre ese mundo. Aparecen pocas mujeres, y, como siempre, me produjo extrañeza que casi no tengan amigas ni se apoyen entre ellas.
Hubo un momento en que pensé dejar de leer: cuando narra lo que le hacen a una menor prostituida. Me pareció muy cruel, pero por desgracia no me sorprende que ocurran esas situaciones tan horrorosas. Y como el autor es policía nacional, seguro que su descripción es bastante realista. Así que me sentí fatal al leerlo, por lo desagradable que era y por pensar que mujeres y niñas reales estén sufriendo de esa manera. Afortunadamente no está todo el libro lleno de estas escenas, porque entonces sí que hubiera dejado el libro. Porque una cosa es que te abran los ojos a la realidad y otra que se convierta en un libro para morbosos.
Pero no solo trata la prostitución desde el punto de vista de las prostituidas. También explica cómo montan el negocio los proxenetas, y cómo aprovechan para dar «placer» (obviamente ellos no directamente, lo hacen las mujeres que tienen explotadas) y a cambio pedir «favores». O para chantajear directamente. Toda la trama que describe está formada por hombres, y eso me hizo pensar que con mujeres en el poder tendrían que buscarse otra forma de manipulación… Además, aparecen temas como el blanqueo de dinero, la pederastia, la trata de mujeres, la corrupción política… Y otro tema destacado es el de la relación entre padres (hombres) con sus hijos o hijas. Creo que casi todos los hombres con hijos que aparecen en la novela serían buenos candidatos a «peor padre del año».
¿A quién se lo recomiendo?
A los que les gusten las novelas negras, y sean capaces de aguantar situaciones duras (lo que se suele llamar «tener estómago»), sobre todo en el tema de la prostitución.
Ritmo de lectura
Muy rápido, casi sin parar. Incluso seguí leyendo a pesar de sentir asco en algunas escenas.
¿Leerías algo más del autor?
No lo descarto, aunque puede que también lo pase mal leyendo sus otros libros. Por ahora ha publicado Inchaurrondo blues y El blues de Garibaldi.