Wenceslao Fernández Flórez nació el 11 de febrero de 1885 en A Coruña. Desde pequeño quiso ser médico, pero al morir su padre dejó los estudios y trabajó como periodista desde los quince años. Empezó en el diario coruñés La Mañana, pasó por otros diarios gallegos (incluso fue su director), y en 1913 se trasladó a Madrid. Azorín le recomendó en el ABC como su sucesor en la crónica parlamentaria. Por sus “Acotaciones de un oyente” se hizo muy popular, y más tarde se publicaron en forma de libro: Crónicas parlamentarias (1914-1936). Publicó novelas y libros de relatos cortos, casi todos con un fino humor irónico de sesgo gallego, como La procesión de los días, Volvoreta, El secreto de Barba Azul, Las siete columnas, Relato inmoral, Fantasmas, Los que no fuimos a la guerra, El malvado Carabel o El bosque animado. Varias de sus novelas fueron llevadas al cine y también escribió algunos guiones. Y fue traductor de Eça de Queiroz. En 1926 recibió el Premio Nacional de Literatura, compartido con Concha Espina. Fue elegido miembro de la RAE, para la silla S, en 1934, pero no tomó posesión hasta 1945.

Más información:
https://es.wikipedia.org/wiki/Wenceslao_Fernández_Flórez
Frases:
La fraga es un tapiz de vida apretado contra las arrugas de la tierra; en sus cuevas se hunde, en sus cerros se eleva, en sus llanos se iguala. Es toda vida […]. (El bosque animado)