Sinopsis

Tras sufrir un grave accidente, Ella no vuelve a escribir. Derrotada y perdida, emprende un viaje a Firenze en busca de una fascinante historia que le contó su padre y que quiere convertir en novela. En su afán por sentirse viva, crea un enigmático y silencioso personaje, La Donna di Lacrima, que recibe en un soberbio ático de la via Ghibellina a hombres que le cuentan su vida y adoran su cuerpo y su silencio. Nadie reconocerá en ésta a la solitaria y triste escritora que restaura libros y visita cada tarde a las siete la antigua librería del Mercato Nuovo donde otro ser, un librero tan solitario y misterioso como ella, la espera.

Con esta conmovedora historia, profunda, desgarradora y llena de sensualidad y simbolismos, Ángela Becerra explora los abismos de la soledad, la fragilidad del ser humano y su incesante lucha por encontrar la felicidad y el verdadero sentido de la vida.

¿Por qué me decidí a leerlo?

Por el título. Me desconcertó porque me parece imposible que alguien pueda tenerlo todo, a no ser que sea un muy corto espacio de tiempo (y así y todo dudo que pase eso). Y la sinopsis la leí por encima y me pareció interesante.

¿Mereció la pena?

Entendí mal de qué iba el libro. Pensaba que casi todo era una historia que se inventaba la protagonista, para su libro, no lo que le pasa a ella realmente. Aunque ni leyendo atentamente la sinopsis hubiera sabido lo que me iba a encontrar. Ángela Becerra es la creadora del «idealismo mágico», que al parecer marca todas sus novelas. Supongo que por ese idealismo mágico me ha parecido una novela extraña, donde no queda muy claro dónde acaba lo real. Aunque algunas cosas que me desconcertaban se van aclarando poco a poco y tienen más sentido del que parecía. Los sentimientos me parecían demasiado elevados o desgarradores en algunos momentos. Y con un gran contraste cuando los protagonistas repasan sus vidas y piensan en lo que han hecho, en lo que se han podido perder, o en lo que tienen en el presente.

La narración es en tercera persona, pero son tres protagonistas a los que sigue la narradora. La principal es Ella, que solo tiene una meta: encontrar a su marido y a su hija, que desaparecieron misteriosamente tras el accidente. El resto de su vida está paralizada y no es capaz de escribir, ni de interesarse por casi nada. Poco a poco se va abriendo y también recuerda su pasado y ciertos episodios de su infancia. Así descubrimos por qué no quiere saber nada de su familia en Colombia o podemos entender por qué es incapaz de llorar. Lo que se me hacía un poco pesado era que todos los hombres se comportaran de una forma muy similar: parece que se desviven por ayudarla. Y no sé si es porque, como repite varias veces en la narración, es muy bella, o porque tiene apariencia frágil o misteriosa, o por todo a la vez. La reacción de las mujeres no se sabe, porque en toda la novela (en el presente) no interactúa con ninguna, lo que me pareció muy extraño.

Lívido, el librero, también tiene cierto protagonismo, aunque menor. Él se enamora de Ella desde el primer momento, pero no es capaz de dirigirle la palabra. Y el tercero es el profesor Sabatini, que da clases de restauración de libros, y gracias a él descubrimos algunos de los comportamientos extraños de Ella. A pesar de sus rarezas me han gustado los tres como personajes, pero también el vagabundo que canta (mi preferido por su filosofía de vida) o el conserje. No es que me resultaran especialmente simpáticos, pero aportaban mucho. Los que no me gustaron fueron los visitantes de La Donna di Lacrima, y en general toda esa subtrama. Me parecían demasiado iguales al expresarse y actuar, aunque todos tuvieran diferentes trabajos, como actor, juez o banquero.

La novela me hizo reflexionar mucho. Principalmente por los temas psicológicos que trata: sobre la soledad, porque casi todos los personajes se sienten solos; la solidaridad, por el rescate de libros o la ayuda que recibe Ella; las reacciones de la gente ante el silencio; las obsesiones, porque casi todos parecen obsesionados por algo o por alguien; la muerte; el amor y la independencia; la maternidad; la infancia, sobre todo cuando es traumática, y los efectos que tiene en la vida adulta… Pero también sobre los misterios de la historia, que para la autora no parecían tan importantes. Como saber qué pasó con el marido y la hija de Ella, o si existieron realmente, porque me parecía una búsqueda extraña. O incluso sobre el nombre de la protagonista. ¿Cómo se pronuncia? ¿Como el pronombre en castellano porque Ella es colombiana o como si fuera italiano? ¿Y es por la posible confusión con el pronombre por lo que no incluyó más mujeres en la trama?

¿A quién se lo recomiendo?

A los que les gusten los libros, sobre todo los antiguos, porque aparecen citas y poemas de autores, y también trata sobre lo que impulsa a escribir, sobre lo que hacen sentir los libros y sobre su restauración. También a los que les gusten las historias de amor poco comunes. Y a los que les guste la poesía, porque además de incluir poemas de otros autores, a veces las descripciones de esta escritora resultan bastante poéticas.

Ritmo de lectura

Al principio me costó leer, porque la historia me parecía demasiado rara. Según iba avanzando, y gracias a los capítulos cortos, que me hacían querer leer más, me fui interesando y aumenté el ritmo.

¿Leerías algo más de la autora?

Creo que sí, me gusta como narra, y siempre viene bien leer algo que te hace reflexionar o que no es una lectura sencilla.