Sinopsis
Gornick, una mujer madura, camina con su madre, ya anciana, por las calles de Manhattan, y en el transcurso de esos paseos llenos de reproches, de recuerdos y complicidades, va desgranando el relato de la lucha de una hija por encontrar su propio lugar en el mundo. Desde muy temprano, Gornick se ve influenciada por dos modelos femeninos muy distintos: uno, el de su madre; el otro, el de Nettie. Ambas, figuras protagónicas en el mundo plagado de mujeres que es su entorno, representan modelos que la joven Gornick ansía y detesta encarnar, y que determinarán su relación con los hombres, el trabajo y otras mujeres durante el resto de su vida.
¿Por qué me decidí a leerlo?
Porque había leído en varios sitios que Vivian Gornick es muy buena escritora, y que era un placer leer sus libros, así que tenía curiosidad. Podía elegir entre este o el de La mujer singular y la ciudad. No sabía cuál escoger, y me decidí por este, para saber qué apegos se pueden llamar o considerar feroces.
¿Mereció la pena?
Nada más empezar sentí que tenían razón, me parece una escritora excelente. Casi podría decir que me hechizó con su forma de expresarse y el ritmo que imprime a la narración, que la hace muy amena y le da una especie de frescura. En el prólogo Jonathan Lethem (otro apasionado de la escritora) se extraña de que no escriba ficción, y sí, es curioso que solo escriba sobre hechos reales, porque me parece que tiene potencial para escribir lo que sea. En este caso son sus memorias, pero no es una biografía «normal». Es un libro peculiar y muy personal, donde la autora va contando ciertos episodios de su infancia y juventud, y también ciertos momentos ya de adulta. No lleva un orden estricto para contarlo, aunque sí que va contando las situaciones del pasado desde niña hasta adulta, pero entremezclado con el presente.
La historia en general es bastante dura, aunque la autora consigue que sea llevadera. Por supuesto no es una historia de humor, pero tiene sus momentos divertidos, sobre todo en los paseos con su madre, recordando o contactando con gente que se encuentran por la calle. Según van pasando las páginas, la historia se va haciendo más oscura. Y creo que se hace más oscura por dos razones. Por un lado, se producen algunas muertes y otros grandes cambios que las dejan marcadas, y por otro, ella se va haciendo mayor. Y está claro que siendo una niña o una joven inexperta no percibe las cosas igual que de adulta. Algunas cosas que cuenta del pasado no las terminé de entender, me parecía que necesitaban más explicaciones. También me parecía que ella misma no lo entendió del todo en su momento, y que tampoco buscó o encontró las respuestas de adulta (o no quiso compartirlas).
Al ser autobiográfico, con personas reales, me cuesta más hablar de los «personajes», porque son personas que han tomado una serie de decisiones por la vida que tienen, su educación, etc. Y me siento menos libre para decir si me gustan o no, porque no se trata de personajes imaginados. Dicho esto, tengo que reconocer que me ha encantado su madre, sobre todo ya de mayor, me fascinaban los paseos madre e hija, es la parte que más me ha gustado. La madre es una mujer fuerte, con ideas muy claras, pero a veces desconcertantes (incluso para su hija), que ha llevado su vida lo mejor que ha podido, y que ha cometido errores, que la han alejado de su hija. Pero, aun así, también se nota que ha evolucionado, que se toma mejor las cosas, y que ninguna de las dos quiere romper esos lazos que las unen.
Nettie aparece poco, pero se nota que tiene mucha influencia en Vivian, porque es todo lo contrario a su madre y le ofrece una visión diferente del mundo. Aunque Vivian acaba tomando su propio camino. En una novela de ficción Nettie probablemente sería un personaje con más peso. O eso me gustaría, para entenderla mejor. Las tres representan formas muy diferentes de relacionarse con los hombres y cómo se toman el matrimonio, ganarse la vida o el ayudar a los demás. También salen otras personas, como los hombres con los que se relaciona Vivian ya de adulta, y otras mujeres, vecinas con las que crean una especie de red solidaria, pero son muy secundarios.
¿A quién se lo recomiendo?
A las personas que quieran leer un libro que seduce por las palabras, aunque lo que cuente sea una realidad dura. Y a las que les guste leer sobre relaciones, sobre todo madre-hija.
Ritmo de lectura
Cuando estoy disfrutando mucho un libro (y no es de misterio), me cuesta terminarlo porque en el fondo no quiero que se acabe. Así que he tardado más de lo esperado, he leído a un ritmo medio. Pero se lee bien y es corto.
¿Leerías algo más de la autora?
Por supuesto. El siguiente será La mujer singular y la ciudad, y esperaré a ver si publican más en castellano. Si no, en inglés, aunque me costará conseguirlos.