Sinopsis
Conjunto vacío, primera novela de Verónica Gerber Bicecci, es una historia construida con una dura e infinita belleza; un relato en el que la escritura va de la saturación al vacío, y en el que la prosa experimenta un viaje que parte de la normalidad y se mueve hacia la extrañeza. Estamos ante un libro tremendamente original en su manera de contar, en el que se utilizan tanto recursos narrativos (párrafos cada vez más cortos, capítulos cada vez más sintéticos) como lingüísticos (escrituras ilegibles, disgrafías, lenguajes infantiles, idiomas inventados) o gráficos (los diagramas de Venn que se utilizan en la teoría de conjuntos) con el fin de completar una historia que conquista al lector desde la primera línea. Conjunto vacío narra la desaparición de la madre del personaje principal, y su historia reconstruye la generación de hijos del exilio, la relación entre imagen y palabra, el desdoblamiento y el juego de espejos que produce el silencio y lo «no dicho». Reconocida por críticos y escritores como la mejor novela publicada en México en 2013, Conjunto vacío es un texto que no debe pasar desapercibido para los buenos lectores de la península Ibérica.
¿Por qué me decidí a leerlo?
He leído en varias secciones de cultura de algunos periódicos que había un boom latinoamericano femenino y no quería perdérmelo. Siempre me ha gustado mucho leer a autores de aquel continente, sobre todo en mi juventud, con García Márquez, Vargas Llosa, Isabel Allende, Carlos Fuentes y alguno más que ahora mismo no recuerdo. Pero no conocía a las generaciones más jóvenes de escritoras latinoamericanas, así que he estado indagando y tengo una lista de varias de ellas para conocer. Empecé con la argentina Samanta Schweblin y su libro Distancia de rescate del que ya hice una reseña, y ahora le toca el turno a Verónica Gerber. Es una autora mexicana que, además de escritora, es artista visual. Este es su primer libro y le otorgaron el III Premio Internacional de Literatura Aura Estrada en 2013. Me ha llamado la atención que imparta talleres de escritura visual, abstracta y mural, además de teoría del arte y dibujo.
¿Mereció la pena?
Me ha parecido muy, pero que muy original por la forma de escribir el libro. Ya lo habéis leído en la sinopsis: lo mismo utiliza escritura ilegible, como los diagramas de Venn que veíamos en matemáticas. Tiene capítulos que son solo de un párrafo, y utiliza otra gran cantidad de fórmulas.
Cuenta la historia de Verónica, hija de exiliados argentinos, que vive en México. Después de una decepción amorosa debe regresar a la casa de su madre, que desapareció de repente hace dos años y nadie sabe dónde está. Cuando la protagonista no sabe cómo decir las cosas se vale de un idioma suyo propio, inventado, lleno de dibujos, de diagramas de Venn, de trazos, de grafías… La protagonista nos cuenta cómo van desapareciendo las personas de su vida. Es un libro sobre los cierres y los cambios, también sobre el dolor y el olvido. Porque ella se siente sola, rechazada, ignorada.
Lo que más me ha gustado del libro es que a pesar de tanta tristeza la autora ha sido capaz de hacer una novela ligera y no un folletín que nos haga llorar. Está claro que esta nueva fórmula literaria tan plástica nos narra dolor, pero sin pasarse. Además, tiene más cosas originales, aparte de relacionar el amor y la vida con los diagramas matemáticos, como por ejemplo que algún capítulo está escrito al revés. O que nos cuente cómo se hace el estudio de la edad de un árbol a través de sus troncos. Todo esto nos hace más llevadera la desolación que nos muestra, el desamor, la traición y lo vacía que se siente a veces la protagonista, que ha perdido a su madre, su hogar, su amor, su país…
¿A quién se lo recomiendo?
A los que sean capaces de leer novelas con nuevas fórmulas literarias, que no sean puristas de lo clásico, porque esta no es una novela al uso.
Y a los que no les importe ver la realidad de la vida, el dolor, el desamor, el desarraigo, etc., porque el libro es triste a pesar de que la autora lo hace ligero a base de improvisar.
Ritmo de lectura
Rapidísimo, me lo he leído en cuatro horas.
¿Leerías algo más de la autora?
Como me ha gustado su primera novela, seguro que leeré alguno más de sus libros.