Sinopsis

La pequeña Ruby Trick vive en Limeburn, un pequeño pueblo del condado inglés de Devon, un lugar en el bosque, hundido entre la colina y el mar y cercano a otro pueblo, Clovelly.

En medio de este paisaje idílico, una serie de crímenes comienzan a tener lugar, aterrorizando la zona. Dos mujeres jóvenes han sido asesinadas, y el asesino, antes de matarlas, las obligó a que llamaran a sus madres para que estas oyeran los gritos desesperados de sus hijas.

A cargo del caso está Calvin Bridge, un policía algo novato, y la inspectora jefe Kirsty King, una mujer seria y profesional. Sin embargo, algunos hombres de Clovelly, y entre ellos el padre de Ruby, John Trick, deciden tomarse la justicia por su cuenta y salir cada noche a las calles a la caza del culpable.

Ruby acompaña a su padre en estas patrullas; así podrá pasar más tiempo con él mientras intentan encontrar al asesino, a no ser que este la atrape a ella primero.

¿Por qué me decidí a leerlo?

Me llamó la atención la portada con el osito y la frase “Todo asesino debe aprender a serlo”. La sinopsis no la pude leer completa, porque en la librería en la que lo compré pusieron el precio justo en medio y la etiqueta era bien grande. En la etiqueta ponía bien claro que el precio era de 6,95 euros (el precio original 19,90), lo cual me convenció todavía más.

¿Mereció la pena?

Sí, me ha gustado el libro. Por un lado, me ha parecido una forma muy original de contar una historia de misterio y suspense, aunque el final sí que ha sido bastante típico. A pesar de que se sabe bastante pronto quién es el asesino, eso no le quita interés a la historia. La sinopsis (lo que pude leer) me resultó un poco engañosa, lo que da más pistas sobre cuál puede ser la trama es lo que pone en la portada sobre el aprendizaje de los asesinos. Porque la historia es de un asesino que va aprendiendo lo que le gusta y cómo sacar provecho de las circunstancias.

Y por otro lado es una historia muy humana y dura, con una niña que, aunque tiene que crecer en un entorno no muy apto para niños, consigue salir bastante bien adelante, según se aprecia al ir avanzando la historia. Lo que me ha sorprendido, sobre todo al principio, es que siendo una mujer la que escribe, la mayoría de los personajes a los que da voz son masculinos. Ruby parece demasiado influenciada por su padre, que es su héroe, mientras que la versión de la madre falta en gran parte de la novela. Puede que sea un recurso literario de la autora, aunque desde fuera parece una visión machista.

¿A quién se lo recomiendo?

A los que les guste el suspense, porque no es realmente una historia de detectives. Y a los que quieran conocer cómo puede ser la vida de una niña en un entorno bastante hostil.

Ritmo de lectura

Rápido, la historia me enganchó.

¿Leerías algo más de la autora?

Creo que sí, me ha gustado su estilo.