Sinopsis
Cuento de Navidad es una historia entrañable por un autor universal, Charles Dickens, que condena la avaricia y ensalza las más sencillas virtudes hogareñas.
Publicada a mediados del s. XIX, se narra la historia del avaro Mr. Scrooge, a quien durante una gélida Nochebuena, solo en su casa, se le aparecerán en una noche tres espíritus, que representan su pasado, su presente y su futuro. Tras esta visita y tras visionar la soledad y la muerte que le aguardan, debido a que no tiene amigos ni familia y que se ha encerrado en su mundo de avaricia, Mr. Scrooge cambiará su modo de ver la vida.
A través de los sueños que le sobresaltan, Dickens sabe evocar todas las nostalgias de la Navidad. Y muestra que el principal calor de estos días nace del cariño en los hogares; manipula con genio el escalofrío y la risa para ofrecer una mezcla deliciosa de fábula navideña, cuento de miedo y sátira de costumbres.
¿Por qué me decidí a leerlo?
Más bien releer. Porque me apetecía recordar la historia en unas fechas tan señaladas (y hacer la reseña). Me lo compré porque me pareció una edición original (se abre la portada por el medio), y no lo tenía, solo conocía la historia por haberla visto en alguna película animada.
¿Mereció la pena?
Bueno, concretamente este formato de libro tan original no mucho, porque es bastante incómodo para leer (no se abre bien). Por suerte es corto y se lee rápidamente, si no fuera así, igual darían ganas de dejarlo por imposible. Y la historia es la que merece la pena, claro. En un estilo bastante desenfadado, con humor y a veces de forma algo dura, Dickens relata cómo se le aparecen a Mr. Scrooge los tres espíritus navideños, pero para mí es destacable también la aparición de su antiguo socio. Según parece era el mismo tipo de hombre, pero no quiere que Scrooge acabe penando como él por los errores cometidos. Así que demuestra ser un buen amigo y no tan mala persona.
Creo que casi todo el mundo conoce la historia, aunque no hayan leído el libro. La primera vez que lo leí pensé que no se parecía mucho a lo que había visto en televisión. Aunque tampoco he visto todas las versiones, me parece que las adaptaciones quedan demasiado “ñoñas”. Es verdad que es una historia que busca sacar lo mejor de la gente, pero Dickens nunca es tan edulcorado. Aunque no sea una historia como Oliver Twist, en la que la miseria es mucho más evidente, sigue destacando la pobreza, la avaricia, la crueldad…
Lo que se suele poner de relieve siempre es la avaricia de Scrooge, pero aparecen otros personajes que también son así. Para mí lo destacable no es tanto que se pase de ahorrativo, sino que se aparta de la gente por estar amargado. Scrooge no quiere ayudar, no quiere reír, y su única aspiración es ganar un dinero que ni siquiera gasta en sí mismo. Y tampoco soporta los buenos sentimientos en los demás, por eso odia la Navidad y cree que es una tontería. Ni su escribiente ni su sobrino, que no le tienen en tan mala consideración, consiguen que cambie. Tiene que recordar cómo ha llegado a esa situación y ver su negro futuro para reaccionar. Me encanta cuando cambia, sobre todo cuando va descubriendo lo feliz que le pueden hacer las pequeñas cosas.
Lo más curioso en esta relectura ha sido descubrir personajes de los que ni me acordaba, y que en las películas no creo que tengan mucha importancia. O igual es que ahora me fijo mucho más en eso. Son los personajes femeninos, aparecen más de los que pensaba. Aunque no les da mucha voz, porque casi todo el peso de la historia recae en hombres, sí que son unos buenos personajes. Y, por ejemplo, me ha llamado mucho más la atención esta vez la hija mayor del escribiente, que también tiene que trabajar en Nochebuena, que el famoso Tiny Tim, que siempre despierta todas las simpatías.
¿A quién se lo recomiendo?
A los que les guste la Navidad, o a los que quieran sentir un poco de espíritu navideño, más allá de la locura de las compras. Y a los que quieran conocer la fuente de tantas películas navideñas, con adaptaciones más o menos fieles al original.
Ritmo de lectura
Rápido, siempre es un placer leer a Dickens. Y también es bastante corto.
¿Leerías algo más del autor?
Por supuesto. Además, con lo prolífico que fue, siempre parece que hay algo “nuevo” que no me he leído. Por ejemplo, he visto que tiene muchas más historias de Navidad, que no sé cuándo me leeré.