Sinopsis
El libro de los espejos es una inteligente novela de misterio y suspense psicológico que habla sobre el poder y la fragilidad de la memoria, un libro adictivo e impredecible en el que la verdad de un hombre se convierte en la mentira de otro.
Cuando el agente literario Peter Katz recibe un manuscrito titulado El libro de los espejos, no puede evitar sentirse intrigado por lo que encuentra en él. Se trata de las memorias de un tal Richard Flynn, y en ellas habla de su época como estudiante en la Universidad de Princeton en la década de los ochenta, al tiempo que relata su estrecha amistad con una estudiante llamada Laura Baines, y su relación con el profesor Joseph Wieder, un reconocido psicoanalista especializado en la pérdida de la memoria.
En el manuscrito, Flynn vuelve a los detalles olvidados de aquellos meses para contar la verdad sobre un asesinato que tuvo lugar la víspera de Navidad de 1987. Pero el manuscrito termina de forma abrupta y el agente literario se obsesiona con este suceso ocurrido hace veintisiete años. No será el único: un periodista de investigación intenta reconstruir los hechos y el detective original del caso, ya jubilado, pretende desenterrar la verdad antes de que el Alzheimer devore sus recuerdos.
¿Por qué me decidí a leerlo?
Por la sinopsis, por ser una novela de misterio y también por tratar temas como la memoria.
¿Mereció la pena?
Me ha gustado mucho cómo está escrita, muy amena. Me esperaba que profundizara más en la investigación sobre la mente y la memoria, pero la historia me ha resultado lo suficientemente interesante como para que no me importe, y me han bastado las pequeñas pinceladas que le da.
En general me ha gustado mucho la estructura, con 3 personajes (o incluso 4) que van pasándose la investigación hasta saber qué pasó realmente hace tantos años. Y aunque todos los personajes hablan en primera persona, se nota que el autor ha sido capaz de escribir esos relatos de forma diferente, cada uno con problemas y motivaciones distintas para seguir o dejar la investigación. Eso sí, me hubiera gustado que aparecieran más personajes femeninos.
Es interesante poder reflexionar sobre los recuerdos y sobre las versiones que cada persona acaba teniendo de un mismo hecho. En realidad, me resulta un poco deprimente pensar que mis recuerdos no son tan reales ni verdaderos como yo creo que son, y me hace sentir casi como Sócrates (salvando las distancias) con su famosa frase “Yo sólo sé que no sé nada”. Y todo eso me ha llevado a interesarme más por esos temas, por ejemplo, leyendo un artículo de Yorokobu llamado La memoria y sus lagunas: ¿por qué todos nos inventamos nuestro pasado?
¿A quién se lo recomiendo?
A los que les gusten las novelas de misterio y suspense psicológico.
Ritmo de lectura
Muy rápido, da gusto leer libros así.
¿Leerías algo más del autor?
Sí, estoy segura de que sí.