Sinopsis
Entre una habitación de hospital y una librería de ensueño, llamada JO, discurre la vida de una mujer, Carolina, que, a punto de alcanzar la cuarentena, se encuentra en una auténtica encrucijada: sus padres, alrededor de los cuales gravita su vida entera, han sufrido un terrible accidente. Su padre ha fallecido y su madre, consciente, pero sin habla, se recupera en una clínica.
A partir de los encuentros con la convaleciente, Carolina irá desgranando, a través de diversas historias, la peculiar crónica de su existencia y la de los suyos, componiendo un mosaico con la memoria de una familia que, teniéndolo todo para ser feliz, no ha sabido evitar ser desdichada.
Carolina reconstruirá su identidad y recuperará su voz a través de una curiosa «terapia» que imagina para sacar a su madre, Bárbara, de su estado de postración: cada tarde le hará compañía y le leerá libros que han tenido un significado especial en ciertos momentos de su juventud. La elección de títulos responde al particular «mapa afectivo» de la librera y contribuirá a conjurar por fin y para siempre los fantasmas que la atormentan.
¿Por qué me decidí a leerlo?
Porque el título me intrigó (en parte porque me acordé de que a Concha le encantan las amapolas, pero me temo que hay poco de amapolas) y la sinopsis me convenció.
¿Mereció la pena?
En parte sí, porque cuando habla de sentimientos sí que me hace sentir identificada y entender a la protagonista o a algunos personajes secundarios. Pero hay partes que no me parecen tan bien desarrolladas, que hacen que no me termine de creer a los personajes. Y también me resulta difícil de creer (probablemente porque nunca me ha pasado) que un libro sea capaz de reflejar casi exactamente lo que sientes o lo que has vivido, así que puedes releerlo y recordar esa parte de tu vida, que se supone que es casi igual a la tuya.
También me ha resultado un poco lioso en algunos momentos, o más bien desconcertante, por los saltos temporales que da y la forma de contar una historia como si fueran piezas, pero desordenadas. Por ejemplo, te ofrece una pieza del final, pero sin contarte todo, luego las del principio, pero mezcladas, luego otras del final que lo completan y luego te cuenta qué pasó entre el principio y el final. Aunque sé que hay personas que cuentan las historias así de forma oral, según les viene a la mente, no recuerdo que pase en casi ningún libro. Y me cansaba un poco.
¿A quién se lo recomiendo?
A los que les guste o quieran un libro sobre reencontrarse con uno mismo, o que trate de libros, porque salen bastantes citas y extractos de libros clásicos, incluso curiosidades, como lo que cuenta de Hay-on-Wye, el pueblo de Gales donde el libro es el mayor protagonista.
Ritmo de lectura
A ratos muy rápido, pero entre medias he ido leyendo otros libros, así que ha sido muy irregular.
¿Leerías algo más de la autora?
Pues no lo sé, creo que dependerá de qué traten sus otros libros.