Otra historia de juventud. O más bien de niñez. O apurando más, de la frontera entre la niñez y la juventud, porque yo tenía 12 años cuando llegó a mis manos el primer tomo de la trilogía. Y otra vez buscando entre los libros de mis padres. Pero lo más interesante no es cómo lo descubrí, sino qué pasó después, que casi acabo traumatizada…
