Reseña de Concha
Sinopsis
Cuando éramos hermanas es la historia de Maxine y Sheila Kohler. Mientras crecen en la sociedad elegante y a la vez sofocante de la Sudáfrica de los años 50, ambas esperan tener unas vidas esplendorosas. Maxine va a cumplir 40 años, cuando su marido, un cirujano brillante y respetado, conduce su coche, se sale de la carretera y la mata. La historia está contada en primera persona por su hermana. Un retrato poderoso y desgarrador de la unión entre dos hermanas, en la vida y después de la muerte. Una historia verídica que se lee como una novela. Un peculiar y terrible caso de violencia machista.
¿Por qué me decidí a leerlo?
Soy hija única y toda mi vida he deseado tener hermanos y, a ser posible, una hermana con la que llevarme muy bien y haber sido muy cómplice con ella. Así que en cuanto veo un título que habla de hermanas me lanzo a la lectura del libro.
¿Mereció la pena?
Esperaba más de esta novela, puede que porque pensé que era novela y después me di cuenta de que era una biografía novelada que trata sobre dos temas bastante bestiales: el apartheid y la violencia de género. Digo que esperaba más de la novela porque cuenta cosas, pero son más los hechos que acontecieron en la vida de dos niñas ricas que un trabajo en profundidad sobre esos dos temas, que yo creo que dan para muchos folios. Cuenta con bastante simplismo cómo en Sudáfrica, a mediados del siglo XX, las familias adineradas blancas educaban a sus hijas para casarse, a ser posible con un hombre adinerado, tener muchos hijos, muchos criados y casas muy grandes. Y lo cierto es que las dos hermanas podían haber hecho otra cosa, ya que fueron educadas en Europa y tenían estudios, pero las dos acabaron casadas, con muchos hijos e infelices.
Esta biografía enseña cómo puede marcar en la vida el tener una familia de una forma determinada. En estas dos hermanas influyó mucho que su padre muriera cuando eran niñas, y que su madre, bastante egoísta, pasara mucho de ellas. A pesar de la educación universitaria que recibieron, acabaron casándose y ninguna fue feliz hasta que la autora se divorció. Y lo de la hermana fue peor, porque dio con un maltratador del que fue incapaz de separarse, y se piensa, por parte de la familia, que el accidente que tuvieron fue provocado para matarla.
Para mí, lo más triste es ver cómo estas hermanas viven de una forma tan superficial. Incluso cuando se ven, solamente van de compras, comidas y bailes en muchas ciudades del mundo, pero son incapaces de ahondar en los problemas que tienen y de contárselos la una a la otra. Y lo que se cuentan es la mitad de lo que les pasa, sobre todo en el caso de la hermana maltratada. Pero también es cierto que la autora no hace nada una vez que se entera de las palizas que le da su cuñado a su hermana y luego, después de su muerte, siempre se culpará de no haberla ayudado.
Este libro es un homenaje a su hermana. A su amor por ella, porque es cierto que se llevaban muy bien desde niñas. Y a su culpa, por no haber hecho nada. Pero de todo ello culpa a esa sociedad en la que vivían y en la que fueron educadas. Aunque repito que yo esperaba más de él. Me ha parecido demasiado simple esta historia de sus vidas, sin orden cronológico, contando lo bien que lo pasaban en su vida de niñas y mujeres ricas. Creo podría haber narrado menos fiestas y más los problemas tan importantes que tuvieron, como tener una madre tan egoísta, o vivir en un país con un racismo brutal y un machismo tremendo.
¿A quién se lo recomiendo?
A quien le gusten las biografías, en este caso novelada, sobre dos hermanas ricas, desde su niñez hasta la muerte de una de ellas, que sufría violencia machista.
Ritmo de lectura
Rápido.
¿Leeré algo más de la autora?
Puede que sí, porque, aunque el libro me ha parecido flojito, me ha gustado mucho cómo está escrito.