Sinopsis

«—¿Usted no encuentra, pues, odioso, despreciable, que una mujer abandone a su marido y a sus hijas para seguir a un hombre cualquiera, del que nada sabe, ni siquiera si es digno de su amor? ¿Puede usted realmente excusar una conducta tan atolondrada y liviana en una mujer que, además, no es ya una jovencita y que siquiera por amor a sus hijas hubiese debido preocuparse de su propia dignidad?».

¿Por qué me decidí a leerlo?

Tardé tiempo en atreverme a leer obras de Stefan Zweig, porque pensaba que por su antigüedad estarían obsoletas. También porque pensé que eran demasiado eruditas para mí, pero cuando por fin me lancé a su lectura me han encantado y quiero ir leyendo poco a poco toda su obra.

¿Mereció la pena?

Me ha encantado nuevamente leer a Zweig. Parece mentira que veinticuatro horas en la vida de una mujer den para tanto en una novela, y es por lo bien que escribe y por lo estupendos que son sus retratos psicológicos de los personajes. Todo empieza cuando un grupo de personas comenta que una mujer ha abandonado a sus hijos y a su marido para irse con su amante. Y en todo el grupo solo hay un hombre que no encuentra que lo que ha hecho la mujer esté mal. Una mujer ya muy entrada en años, al ver cómo ha reaccionado, decide contarle veinticuatro horas de su vida cuando era joven. Primero, porque sabe que no la va a juzgar, y después, para contárselo a alguien, porque jamás ha contado su historia.

Y así va desgranando ante un desconocido su historia. Porque suele ser más fácil contarlo a alguien que no te conoce de nada. Sabe que no la juzgará y así puede relatarlo todo, sin guardar nada dentro y sin mentiras, con toda sinceridad. Así, también saca su culpa, esa que lleva desde hace mucho tiempo dentro. Por haberse comportado de una forma que no era la que ella misma esperaba. Y es una forma de lavar su conciencia, porque, a pesar del tiempo transcurrido, no lo ha olvidado, y sacándolo hacia fuera aliviará lo que siempre la atormentó. En el fondo, sabe que eso la hizo ser una persona diferente, después de aquellas veinticuatro horas.

En esta, como en otras novelas que he leído del autor, saca todo lo bueno y lo malo de sus personajes. Viene a decir que nada es blanco o negro, que todo depende de cómo se mire, y del momento determinado en el que acontece, para poder reaccionar de una u otra forma. Y no siempre hacemos lo que se espera de nosotros o lo que nosotros mismos creemos que haremos. También indica que no siempre lo que a nosotros nos parece bien les puede parecer bien a los demás. Incluso aunque lo hagamos por ayudar, y lo que en el fondo empezó siendo una buena obra se acaba convirtiendo en un error. Y puede que también en un horror. Todo dependiendo de la bondad o maldad del individuo al que intentemos ayudar, porque, a veces, el ser humano se ciega y solo ve lo que quiere ver, no la realidad.

Me ha gustado mucho que sea una novela tan humana. Esta mujer podría ser cualquiera de nosotras en una época antigua o más reciente, y de una forma muy sencilla nos pone frente al dilema de pensar si hubiéramos actuado de la misma forma que la protagonista. Y, sobre todo, pensar por qué la sociedad critica cosas que no debería criticar. Cada cual actúa dependiendo mucho del momento que esté viviendo, y ante el mismo hecho seguramente actuaríamos de diferente forma en dos épocas de nuestra vida.

¿A quién se lo recomiendo?

A los que os gusten las novelas donde se habla de moral. En este caso la moral de los años veinte, muy falsa la mayoría de las veces.

A los que os gusten los libros donde no se cuentan grandes hechos reprobatorios, sino más bien pequeños, pero que la sociedad puritana ve como grandes.

Ritmo de lectura

Rápido.

¿Leerías algo más del autor?

Poco a poco iré leyendo toda su obra.