Sinopsis
Cuando Louise Williams recibe un mensaje procedente de alguien de su pasado muy lejano, le da un vuelco el corazón. «Tienes una solicitud de amistad pendiente de Maria Weston». El problema es que Maria Weston desapareció hace más de veinticinco años, tras la fiesta de fin de curso del instituto. Todo el mundo cree que está muerta, especialmente Louise, que ha vivido durante este tiempo custodiando un terrible secreto. Sin embargo, los mensajes de Maria continúan, y cada vez son más escalofriantes. ¿Quién los envía? Al reconectar con los viejos compañeros y tratar de averiguar qué sucedió realmente aquella noche, Louise descubre que hay muchas cosas que desconocía.
Laura Marshall creció en Wiltshire (Reino Unido) y estudió Filología Inglesa en la Universidad de Sussex. En 2015 decidió que era hora de cumplir su sueño de escribir una novela y se matriculó en un curso de escritura. Su primera obra, Maria quiere ser tu amiga, fue finalista del Bath Novel Award y seleccionada para el premio Lucy Cavendish de la Universidad de Cambridge. Con su debut ha conseguido copar las listas de los libros más vendidos durante casi un año.
¿Por qué me decidí a leerlo?
Recientemente me llamó la atención el segundo libro de esta autora, Tres pequeñas mentiras, y cuando buscaba más información sobre ella (por si la novela fuera parte de una serie), me di cuenta de que ya había visto la portada de su primer libro, Maria quiere ser tu amiga. Pero no llegué a leer la sinopsis y me imaginé que era de terror. Viendo que su segunda novela es de suspense, pensé que probablemente tampoco la primera tendría que ver con fantasmas y decidí averiguar primero qué pasa con esa solicitud de amistad…
¿Mereció la pena?
Sí, por leer una historia que me tuvo bastante enganchada y por satisfacer mi curiosidad. Y para más cosas, algunas no tan buenas, como sentirme frustrada porque casi todas las decisiones que toma la protagonista eran justo lo contrario de lo que yo hubiera decidido. No recuerdo haber leído ningún otro libro en el que me haya pasado prácticamente toda la novela preguntándome: «¿Pero por qué hace eso?» o «¿para qué lo hace?» o «¿por qué vuelve a caer en ese error?». Y cuando no me hacía esas preguntas, e intuía qué iba a hacer, pensaba «no, no, no, no lo hagas»… La solución me sorprendió, y eso que creo que me imaginé a casi todo el mundo culpable, pero mis versiones hasta me parecieron más creativas. Y también me sentó un poco mal saber qué había pasado realmente, y eso que la persona más culpable de todo no me caía especialmente bien. Además, mientras leía me iba dando cuenta de que había algunas situaciones en la historia que me recordaban a otras novelas (no voy a decir cuáles porque sería como destripar algunas cosas que pasan), y por eso en el fondo no me daba la sensación de estar leyendo algo muy original.
La novela tiene capítulos que transcurren en el presente (2016) y en el pasado (1989), narrados en primera persona por la protagonista, Louise. Muchas veces usa el presente, que es una forma de narrar que me suele desconcertar, pero en este caso me hizo sentir más cercana a Louise, a pesar de estar casi siempre en desacuerdo con ella. Esos capítulos se van alternando de forma irregular, porque los más numerosos son los de 2016. De vez en cuando se intercalan otros capítulos en cursiva, en tercera persona, y poco a poco se va descubriendo qué tienen que ver con la trama principal (y que a mí me despistaron un montón, la de películas que me monté tratando de adelantarme a lo que iba a pasar). La longitud de los capítulos era bastante variable, pero en general bastante cortos, y los más cortos eran los que estaban en cursiva, que más bien eran pequeñas pinceladas. La trama de 2016 me gustó más que la de 1989 porque me parecía que en el pasado avanzaba la historia mucho más lentamente.
Me gustó ir viendo las diferencias entre la época del instituto y el presente. En el transcurso de esos años Louise supuestamente ha aprendido de los errores, tiene una buena amiga, es capaz de resistir determinadas tentaciones, no le importa (tanto) lo que opinen de ella… También se ve una evolución en la forma de tratar el acoso en el instituto o los abusos sexuales, o las diferencias entre los amores adolescentes y en la madurez. En cambio, otras situaciones probablemente siguen siendo más o menos iguales antes y ahora: las extrañas amistades y alianzas que se pueden dar en el instituto; los problemas que provoca el intentar quedar siempre bien o querer pertenecer a un grupo; lo malo que es negarse a ver la realidad, por amor o amistad…. Y, sobre todo, lo que más destaca es el sentimiento de culpa (o la falta de él). En el caso de Louise es muy acusado, pero tampoco parece que haga mucho para intentar arreglar las cosas y sentirse mejor, o por lo menos repite varias veces los mismos errores y no deja de hacer cosas (como mentir) que van aumentando su sentimiento de culpabilidad, y, por supuesto, también los problemas.
Reconozco que me ha gustado más el título en castellano que el original, aunque en la cubierta inglesa aclaran de quién es esa solicitud de amistad (friend request). No sé quién suele decidir el título, probablemente no solo depende del traductor, Josep Escarré Reig, pero aun así la idea seguramente fue suya y se agradece un título con tanto gancho (aunque como comenté en por qué me decidí a leerlo, entre el título, la imagen y la aclaración de «pero Maria está muerta, ¿o no?», pensé que iba a ser alguna historia sobrenatural…). Lo único que me llamó la atención era leer constantemente “Maria” y no “María”, pero eso es porque ha conservado los nombres originales. Y otra decisión de la autora que no me terminó de convencer (aunque probablemente el título no fuera solamente idea suya) es que tratara de aumentar el suspense haciendo que Louise dosifique mucho la información. Porque, por ejemplo, tardó mucho en contar qué es eso tan grave que hizo en el instituto para que Maria quiera vengarse de ella…
¿A quién se lo recomiendo?
A quien quiera leer una historia de suspense y no le importen los saltos temporales, ni que la autora mantenga el misterio porque va desvelando la información poco a poco.
Ritmo de lectura
Empecé a un ritmo medio tirando a alto, pero según me iba acercando al final cada vez estaba más enganchada. Terminé los últimos capítulos a las 3 de la mañana de un sábado porque no podía dejar el libro sin saber cómo iba a acabar todo.
¿Leerías algo más de la autora?
Sí, tengo pensado leer su segunda novela, Tres pequeñas mentiras, cuando me apetezca una historia de suspense para estar enganchada y no parar de leer.
¡Hola!
Me alegro de que te enganchara tanto el final. Es genial cuando sucede esto y más con este libro, que había leído alguna reseña sobre que no terminaba de convencerles. Espero poder leerlo pronto.
Un besote!! ^,^!!
ELEB 💜
Hola!
Pues tiene una pinta extraordinaria!! La verdad es que hace tiempo que no encuentro una ñectura que me tenga engancha y sin dormir hasta las 3 de la mañana jejejeje!! Muchas gracias por el descubrimiento!! 💋