Sinopsis

“Stevenson, en este agónico y misteriosamente seductor relato, se dirige de un modo directo al interior de nosotros mismos, y el encanto y la repulsión que provoca Mr. Hyde en el Dr. Jekyll, de quien nace y a quien regresa cada vez con mayor descontrol y ferocidad, es una prodigiosa traducción de nuestra ambivalente relación –mitad apego, mitad rechazo– con nuestra oscuridad íntima, invencible por más reprimida que la tengamos. Tal vez por eso nos resistimos tanto a nombrar a Mr. Hyde, porque es como tocarnos con nuestros propios dedos una sombría, honda y amenazadora llaga”. Eduardo Mendicutti.

¿Por qué me decidí a leerlo?

Elegí este libro porque me gustan las historias de R. L. Stevenson (aunque tampoco he leído muchas), pero con esta tenía dos problemas que hacían que no me apeteciera leerla: porque está considerado un clásico del terror y porque, por cultura general, tenía bastante claro de qué iba la historia. Pero al final decidí obviar esos problemillas y me lo leí.

Y ya de paso me ha servido para ir avanzando en mis dos retos de lectura. En el reto Todos los clásicos grandes y pequeños de Las inquilinas de Netherfield como «clásico de 200 páginas o menos», del Nivel 1. Y en el #Reto20Pecera de La Pecera de Raquel, para la categoría o premisa de “un libro de un autor que haya escrito más de 20 libros”.

¿Mereció la pena?

Me ha parecido muy buen relato, así que me alegro de haberlo leído. Aunque sí que me ha molestado un poco saber cuál era la relación entre el doctor Jekyll y míster Hyde, porque eso le quita misterio, pero eso no es culpa del autor. Hubiera preferido no saber absolutamente nada, como los primeros lectores (la historia es de 1886), para que así me fuera sorprendiendo tanto como al protagonista, que es Mr. Utterson, el abogado del Dr. Jekyll. En la mayor parte del libro un narrador nos hace conocer y acompañar a Utterson en sus descubrimientos, desde que empieza a confirmar que algo raro está pasando con su cliente. Y que ese “algo” tiene que ver un tal Hyde, que no gusta a nadie, pero al que Jekyll protege.

Ese inicio y la forma en que avanza la historia hacen que la estructura del relato sea bastante original, dándole un halo de misterio que me encantó. Aunque, claro, para mí el único misterio era cuánto tardaría Utterson en darse cuenta de lo que estaba pasando, y que todas sus teorías «racionales» para explicar el extraño comportamiento de Jekyll estaban equivocadas. Por el tipo de narración y por la evolución de la historia a mí no me dio ningún miedo. Más que un relato de terror me ha parecido una historia de misterio o de suspense, donde todo encaja muy bien y tiene su explicación. Solo lo pasé un poco mal en el encuentro de Mr. Utterson con Hyde, porque Hyde es muy impredecible, pero tampoco mucho.

También hay dos capítulos contados en primera persona, uno por el doctor Layton, un amigo común de Utterson y Jekyll, y el otro por el propio Jekyll, que es el capítulo más psicológico. Me sorprendió bastante cómo se toma el Dr. Layson conocer la verdad, pero creo que era algo típico de la época. No sé si de verdad las personas se comportaban así, pero sí que creo que era una situación bastante habitual en las historias de escritores y escritoras victorianos. En cambio, al que entendía bastante bien era al doctor Jekyll, por sus dudas y por dejarse tentar por la libertad absoluta, aunque creo que yo nunca llegaría a ese extremo. Eso sí, me hubiera gustado que continuara la historia, por resolver ciertas dudas que me entraron sobre qué pasaría después, pero bueno, no se puede tener todo.

¿A quién se lo recomiendo?

A quien quiera leer un relato clásico, con toques de psicología, que puede sorprender por la forma de contar la historia, y no tanto por la trama (a no ser que nunca se haya oído hablar del Dr. Jekyll y Mr. Hyde, entonces la trama también sorprenderá).

Ritmo de lectura

Un ritmo medio, pero no por la historia en sí, más bien por casi no tener tiempo para leer y también por saber ciertas partes de la historia, por lo que no tenía excesiva prisa por llegar al final.

¿Leerías algo más del autor?

Sí, me apetece mucho leer más historias de R. L. Stevenson (y a ser posible de las que no sepa nada, para que no me las hayan destripado ya).