Sinopsis
Un clásico de la novela negra. El redescubrimiento del autor más popular de la Francia de posguerra.
Problemas es lo último que Albert Herbin necesita. Acaba de salir de la cárcel y la soledad y el recuerdo de su madre recién fallecida hacen que la casa le resulte insoportable la víspera de Navidad. Por eso, el encuentro en una brasserie parisina con una atractiva mujer en esa desolada noche parece un regalo del destino; por eso, y a pesar de que algo en la señora Dravet le mantiene alerta – ¿qué son esas dos pequeñas manchas en su manga? –, cuando ella lo invita a subir a su apartamento, Albert quiere creer que definitivamente la vida empieza a sonreírle. Cuán equivocado estaba lo adivinará enseguida, apenas se abra la puerta del montacargas…
Combinando la rotunda eficacia de los roman durs de Simenon con el poso existencialista de Céline, Dard logró en este clásico absoluto del noir una obra perfecta: oscura, concisa, implacable.
¿Por qué me decidí a leerlo?
Me apetecía leer algún clásico de misterio, y en realidad buscaba uno de la colección Biblioteca de Clásicos Policiacos, de Ediciones Siruela. Este libro es de esa editorial, y al ver que también está considerado un clásico, pero de un autor francés que no conocía, decidí probar a ver qué tal. Y ni leí la sinopsis.
¿Mereció la pena?
Me encantó. Eso sí, me alegré de leerlo sin conocer la sinopsis, porque así pude disfrutar de todas las revelaciones y giros inesperados sin saber nada de nada. Es un libro muy corto, pero es suficiente para que el autor cuente una buena historia, y sin que me diera la impresión de que dejaba algo sin explicar. Incluso me sorprendió que me gustara tanto, porque no es la típica historia donde aparece un cadáver y tienen que resolver el crimen. Pero a pesar de eso, la trama está montada como un rompecabezas y poco a poco las piezas van encajando… Y eso es lo que me gusta a mí, ir de la mano del autor resolviendo el puzle. El final es un poco abierto (respecto al futuro), pero también me gustó.
Como no puedo contar casi nada de la trama, solo voy a contar mis impresiones generales. Durante todo el libro tuve una sensación como de vértigo, pero del que disfruto, y que me hacía no querer parar de leer (o más bien no poder parar). Al principio estuve en tensión cada vez que aparecía el montacargas… Y también sentía mucho desconcierto, igual que Albert, que es el que cuenta la historia en primera persona, y bastante desconfianza. Cuando me di cuenta de algunas cosas (antes que el protagonista) no me sentí decepcionada, porque me seguía admirando la imaginación del autor. Los personajes, que son pocos, me parecieron bien conseguidos, y pensé que no sería tan raro encontrar gente así incluso hoy en día.
¿A quién se lo recomiendo?
A quien le gusten las novelas de suspense en las que pasan cosas desconcertantes y es difícil imaginar qué es lo siguiente que va a pasar.
Ritmo de lectura
Muy rápido. Porque estaba enganchada y porque es bastante corto.
¿Leerías algo más del autor?
Sí, aunque puede que sea difícil encontrar algo más de Frédéric Dard (y no porque escribiera poco, escribió más de 200 novelas).