Juliana Morell o Morella nació el 16 de febrero de 1594 en Barcelona. Perdió a su madre a muy corta edad, y su padre decidió darle una buena educación. Aprendió a leer y escribir a los cuatro años con las monjas dominicas, y a los siete ya sabía catalán, griego, latín y hebreo, gracias a tutores privados. En 1602 su padre fue acusado de homicidio y huyó a Lyon, llevándosela con él. Estudió filosofía, metafísica, matemáticas, derecho, astronomía, física, música, retórica, dialéctica, ética… Llegó a aprender catorce idiomas. Con doce o trece años defendió sus tesis en ética y dialéctica, y en 1608, con catorce, consiguió el grado de doctora en leyes en el palacio pontifical de Aviñón. Fue la primera mujer en la historia en lograrlo. Decidió ordenarse y tomó los votos en 1610, en el convento dominico de San Práxedes de Aviñón. Pudo dedicarse a la escritura y a la traducción, y fue tres veces priora. Tradujo del latín al francés obras de San Vicente Ferrer y la Regla de San Agustín, incluyendo sus comentarios. Escribió poemas en latín y francés, y la historia de su convento.