Sinopsis
Un incendio invisible cuenta la historia de los últimos días de una ciudad, Vado, que está siendo repentinamente abandonada por sus habitantes. El protagonista es un reconocido geriatra, el doctor Tejada, que llega para hacerse cargo de la residencia de ancianos New Life justo cuando todo el mundo se está marchando. Tejada busca un lugar en el que protegerse de sí mismo y su turbio pasado, pero sus propósitos pronto se verán alterados al conocer a algunos de los singulares habitantes que aún permanecen en la ciudad, como la recepcionista de un gran hotel ya sin clientes, una niña de nueve años o un investigador de los fenómenos migratorios.
¿Por qué me decidí a leerlo?
De Sara Mesa había leído hace no mucho Cicatriz y me había gustado. Así que para seguir con la obra de la autora elegí este título, que ganó el Premio Málaga en 2011.
¿Mereció la pena?
Me ha merecido mucho la pena, porque este es un libro para algo más que pasar un buen rato, es un libro que te hace pensar. Pero no es un libro para todo el mundo. Mientras lo vas leyendo vas sintiendo la atmósfera irrespirable que crea la autora, da la sensación de que va a llegar un momento en el que te asfixies. Aquí todo es muy triste y también muy sucio, tanto la ciudad como los pocos personajes que quedan en ella, que están muy desesperanzados y no parecen tener escapatoria. Y, además de la decrepitud de la ciudad y de los habitantes, ocurre en una época de mucho calor. Y esto puede no gustar a lectores que busquen otras cosas, como entretenimiento.
Me ha parecido una distopia, aunque en la novela no ocurran cosas políticas desastrosas, ni cataclismos, y realmente no se cuenta cuál es el origen de la decadencia y abandono de la ciudad. Simplemente ha pasado y no sabemos por qué. También me ha parecido una gran metáfora de muchas cosas: de nuestra sociedad decadente; de la crisis que acabamos de pasar (y que no para todos ha terminado); y de cómo las ciudades, por muy prósperas que parezcan, pueden venirse abajo en cualquier momento después de una crisis como esta, y que sus habitantes también pueden caer con ella.
No es una novela donde pasen muchas cosas. A pesar de que la historia cuenta lo cotidiano que hace el protagonista durante un tiempo reducido, me tenía atrapada. Creo que sobre todo por la prosa de la autora, que es magnífica, pero también por lo indolente de la historia y los personajes. Por cierto, el protagonista es tan desagradable, que me ha caído fatal durante todo el libro, tiene todos los defectos que se os puedan ocurrir: es perezoso, apático, muy dejado, vago y haragán. Me resultó increíble que la autora escogiera un protagonista así para la novela y que aun así quisiera saber qué le iba a suceder.
En resumen, creo que es una buena crítica de nuestra sociedad actual, que siempre prefiere el inmovilismo a seguir avanzando con ideas nuevas. Y eso pasa constantemente en todos los terrenos, tanto sociales y políticos como artísticos. Muchas veces vemos que se critica a alguien porque no ha hecho un cuadro o una música a la manera tradicional y ortodoxa, y parece que siempre saltan los guardianes de occidente, intentando que nos quedemos anclados en el pasado.
¿A quién se lo recomiendo?
A los que les gusten las novelas oprimentes y asfixiantes.
A los que les gusten que los libros, además de hacer pasar el rato, hagan pensar.
A los que les agraden los libros críticos con el inmovilismo que nos rodea.
A los que no les importe leer libros que son muy tristes, aunque no se llore con ellos.
Ritmo de lectura
Muy rápido en todo momento, a pesar de no empatizar con el protagonista, porque quería saber qué iba a pasar.
¿Leerías algo más de la autora?
Ya he leído dos novelas suyas, y claro que leeré algo más de Sara Mesa, me parece una gran escritora.