Sinopsis
«Al señor Dominique Brulé le gusta llegar de noche a su floristería. Siempre cierra los ojos antes de encender las luces y abrir la persiana, se comunica en silencio con todas las plantas y les da un tiempo prudencial para que se coloquen porque imagina que han estado toda la noche en movimiento. Cuando inauguró la tienda, pensó encerrarse y dejarse morir, pero al ver que las tímidas siemprevivas sobrevivían sin agua después de semanas, presas del olvido en la oscuridad de su duelo, se dio cuenta de que él también podría vivir sin su amor».
Bajo su apariencia discreta, el señor Dominique esconde no solo a un artista de la floricultura, sino a un auténtico mago: sin que nadie sepa cómo, ha conseguido convertir un rincón de París en un jardín. Su floristería, L’étoile manquante, es el lugar preferido de Mercedes y Tilde, dos emigrantes españolas que llevan trabajando más de cuarenta años en Francia. Las dos creen que están solas, porque a Mercedes le abandonó su marido nada más cruzar la frontera y Tilde no fue capaz de encontrar quien la quisiera. Un buen día, se instala en sus apacibles y melancólicas vidas un huracán encarnado en Violeta, una joven que llega desde Madrid huyendo de un amor que se empeña en perseguirla.
¿Por qué me decidí a leerlo?
Me la habían recomendado varias amigas lectoras, y como de este autor solo había leído Una tienda en París, y ya hace mucho, me apetecía volver a leer algo de él.
¿Mereció la pena?
Cuando leo suelo preguntarme muchas cosas sobre la lectura que tengo entre las manos. Con este libro, una de las preguntas que me hacía constantemente era si Màxim Huerta y yo tenemos los mismos gustos. El título me encanta, porque es una canción que me vuelve del revés desde mi juventud. Pero no solo era la canción y el cantante, coincidíamos en libros, películas, escritores, actores… que menciona a lo largo de toda la novela con los títulos, letras de canciones, citas de literatura… Y también me di cuenta de que no solo coincidíamos nosotros dos, también cientos de lectores que han leído el libro. Y por eso algunas me lo han recomendado, porque no dejan de ser «lugares comunes» para todos los amantes de la cultura. También está el amor que siente el autor por París, ciudad que a mí me vuelve loca, y en esta novela la convierte en una ciudad muy agradable. Creo que el amor que siente por la ciudad le hace escribir desde el corazón y ha sabido plasmarlo muy bien en estas páginas. Así que sí, me ha merecido la pena leerla y recordar algunas de las cosas que han llenado mi vida cultural y afectiva.
Quiero resaltar que, aunque es una novela de amor, no es una novela romántica. Habla de amor, pero también de desengaño, soledad, abandono, miedo. Los personajes a mí me han parecido muy humanos, a veces muy tiernos y entrañables. Todos están muy solos, y acaban juntos para llenar esa soledad. E intentan ayudarse, pero a la vez intentan mantener su independencia sin compartirlo todo con los demás. Todos llevan su carga de soledad: un marido que pierde a su mujer nada más casarse; una mujer a la que abandonó el marido; una joven que ha tenido un desengaño; una mujer que no ha encontrado pareja; y un joven que piensa que ha sido un mal hijo. Y todos acaban formando un grupo amable, muy amable, como lo es toda la novela.
La forma de narrar me ha parecido original, aunque reconozco que me he perdido por ello en algunas ocasiones. Por un lado, hay un narrador que también es un personaje más de la novela. El narrador nos habla a los lectores, pero no sabemos ni quién es ni cuál es su historia. También los personajes nos cuentan en primera persona su historia en muchos momentos. Y a veces el narrador habla con los personajes. Esto, aunque hizo que a veces me perdiera, me ha parecido una forma diferente de narrar, y me gustó cuando ya me acostumbré.
¿A quién se lo recomiendo?
A los que les gusten las historias de amor que trascurren en una ciudad tan bonita como París.
A los que busquen libros donde se habla del dolor por la pérdida de tu ser querido, por muerte o por abandono.
A los que les gusten los libros amables, en los que no hay malos en toda la historia, solo personajes muy humanos.
A los que les guste encontrar esos lugares comunes de los que os he hablado al principio: una librería, un café, una canción, un libro, una película…
Ritmo de lectura
Al principio un poco lento, porque no le pillaba el truco a la narrativa y no sabía muy bien quién hablaba en ese momento, si el narrador o cuál de los personajes. Pero una vez que le tomé el pulso ha sido muy rápido.
¿Leerías algo más del autor?
Sí, seguro que sí, tiene muchos más libros que no he leído. Pero el próximo quiero que no transcurra en París, porque los dos libros que he leído suyos trascurren en esta ciudad, y ya quiero cambiar de punto geográfico.