Sinopsis

Un matrimonio de provincias, una pequeña obra maestra de la literatura italiana del XIX, se publicó en 1885. En 1973 Italo Calvino la rescató del olvido al publicarla en la colección Centopagine, de Einaudi, precedida de una introducción de Natalia Ginzburg, incluida en esta edición como posfacio.

La monótona vida que lleva Denza Dellara, la protagonista de esta novela, en una pequeña ciudad del norte de Italia da un vuelco el día que se entera de que un joven de buena posición ha puesto sus ojos en ella.

¿Por qué me decidí a leerlo?

No sé por qué, pero el título me sonaba de algo, así que miré la sinopsis. Me convenció de que tenía que ser interesante si Italo Calvino había rescatado esta historia del olvido.

¿Mereció la pena?

Me ha parecido una historia un poco extraña, pero al mismo tiempo amena. Los personajes me parecieron muy exagerados y algunas situaciones un poco difíciles de creer, porque no se trataba de una diferencia de época, sino de cómo no tratar a tus propias hijas. Con el padre que tiene Deza, y la madrastra, no me extraña que quisiera escapar como fuera de esa casa, aunque la única salida sea el matrimonio con alguien que no conoce. Deza me suponía un dilema, porque a ratos me daba pena y otras veces me parecía un poco insoportable y muy poco razonable. Creo que el único personaje que me cayó siempre bien fue su hermana.

Por ser una historia tan exagerada me resultaba difícil tomarme en serio la situación que se planteaba: “si eres mujer solo tienes una salida: casarte”, porque me parecía imposible una familia así. Pero en el caso de Deza su única motivación es casarse, y por eso se entusiasma con cualquier supuesto pretendiente. En parte me ha recordado a mi juventud. Cuando bastaba cualquier pequeña señal (imaginaria o no) del chico que me gustaba, o que le gustaba a alguna amiga, para llegar a la (errónea) conclusión de que estaba interesado/colado. Y fuera o no cierto, nos daba para largas conversaciones y, por supuesto, una búsqueda de más señales y de intentar que nuestros caminos se cruzaran. Pues lo mismo le pasa a Deza, con ayuda de sus primas.

Lo que más me ha gustado del libro ha sido el posfacio de Natalia Ginzburg, donde cuenta qué supuso para ella leerlo, y lo que menos, el prefacio de Cristina Grande. No me ha gustado como introducción porque revela demasiado (aunque no me di cuenta hasta casi llegar al final), y porque como incondicional de Jane Austen me sentó mal que simplificara su obra, como si la única aspiración de sus protagonistas sea casarse por casarse. Precisamente en las novelas de Austen queda claro que es mejor casarse si hay amor, y tampoco son tan desgraciadas las que no se casan. Lo que es innegable es que según esta novela los matrimonios de conveniencia eran casi imprescindibles en Italia a finales del XIX, y que era una desgracia ser «solterona».

¿A quién se lo recomiendo?

A las personas interesadas en comparar cómo era la vida de las mujeres jóvenes en Italia hace más de un siglo con la época actual. Recomiendo leer la introducción después, para evitar lo que me ocurrió a mí: saber antes de tiempo cómo acaba la historia (o pensar que se iba a parecer a una novela de Jane Austen).

Ritmo de lectura

Es un libro muy cortito y es bastante ameno, así que no tardé mucho en leerlo.

¿Leerías algo más de la autora?

Marquesa Colombi es el seudónimo de Maria Antonietta Torriani, la primera mujer que escribió para el Corriere della Sera. No sé qué otras obras tiene, pero sí que tengo claro que me gusta más su vida real que esta historia que escribió basándose en su experiencia. Y por el posfacio sí que me entraron ganas de leer algo de Natalia Ginzburg.