Leer a Simone de Beauvoir y a otros autores durante la dictadura tenía que mantenerse como un auténtico secreto inconfesable. Ahora que por suerte no existe esa censura, es bueno hacer memoria, y recordar un libro, El segundo sexo, que fue un gran éxito, pero que era impensable que pasara la censura en España.

Secretos inconfesables en aquellos tiempos de dictadura, cuando las autoridades franquistas controlaban los libros, tanto los que existían como los que se publicaban, y, por supuesto, se hicieron quemas de libros. Pero a finales de la dictadura, cuando el régimen estaba un poco más relajado, en mi instituto se pasaban muchos de estos libros prohibidos en secreto y de mano en mano. Estos libros a veces nos llegaban por los hermanos mayores de mis compañeras, otras incluso de los padres, y en ocasiones nos lo pasó alguna profesora menos convencional. Y uno de esos libros, que a mí me marcó, fue El segundo sexo de Simone de Beauvoir.

Hay maneras muy diferentes de vivir, y por tanto también formas muy diferentes de amar. Y eso fue lo que hizo Simone de Beauvoir, famosa existencialista muy conocida por su feminismo. Pero seré sincera, lo que más me llamó la atención de ella y me hizo leer muchos de sus libros en mi juventud fue su relación abierta con Sartre, lo que hoy se denomina poliamor. Su relación les dejaba tener amoríos sin dejar de ser pareja, y maravillosamente esta relación duró mucho más que las de otras parejas: nada menos que 51 años, hasta la muerte de Sartre.

Se conocieron en París en 1929. Ella tenía 21 años y él 24. Ella era un alma solitaria y de él decían que era un ególatra; los dos juntos formaron una de las parejas más polémicas del siglo XX. Rompieron con las formas de vida burguesa tradicionales. Siempre se trataron de usted, nunca vivieron juntos, no se casaron y se negaron a tener hijos. Ella mantenía relaciones con hombres y mujeres. Él solo con hombres. Escribían juntos y hablaban sin parar en los bares de Montparnasse. También bebían y consumían píldoras al por mayor. Los dos querían cambiar el mundo por medio de la literatura y los dos querían ser famosos, esto último lo consiguieron.

Me encantó que Simone de Beauvoir, en sus libros, intentara librar a las mujeres de las cárceles en las que las han encerrado durante toda la historia por represión. El segundo sexo, al que algunos han llamado la Biblia del feminismo, fue una obra que repasé un montón de veces a lo largo de mi juventud. Todas las feministas que se precien de serlo tienen que sentir agradecimiento a Beauvoir por haber abierto el camino. Probablemente es el ensayo feminista más importante, todo lo que se ha escrito después se ha basado en él para continuar y seguir desarrollando la teoría feminista.

Beauvoir analiza el hecho de la condición femenina en las sociedades occidentales desde muchos puntos de vista: científico, histórico, psicológico, sociológico, ontológico y cultural. Investiga el porqué de la situación en la que nos encontramos la mitad de la humanidad, que somos las mujeres. Es un libro teórico y de reflexión, pero no de crítica política. Su feminismo es radical, no solo tiene que cambiar la mujer sino también el hombre, para conseguir una sociedad en donde ningún sexo se oprima y ambos sean libres. Cuestiona la idea de mujer y también la del hombre, y pretende deconstruir a los dos, porque los dos son una construcción social. La solución está en considerarnos, por encima de todo, seres humanos.

El resumen perfecto de esta obra lo encuentro en esta frase tan famosa:

No se nace mujer, se llega a serlo.