Sinopsis
La pacífica existencia de Mario Menkell, un tímido profesor universitario autor de una única y exitosa novela, cambia de golpe cuando tiene que hacerse cargo de los efectos personales de su inquilino, Fernando Montalvo, que acaba de suicidarse. El piso del que es propietario está abarrotado de los objetos más variopintos: una colección de vitolas de puros, un lote de gramolas antiguas, porcelanas, miniaturas, huchas de cerámica, soldados de plomo… Tras el desconcierto inicial, Menkell entenderá que las cosas de Montalvo pueden ser un generoso guiño del destino, que por una vez parece haberse puesto de su parte. Ayudado por Beatriz, la mujer a la que ama en secreto desde hace años, Mario Menkell será capaz de reconstruir la misteriosa existencia de Fernando Montalvo y encontrará así una historia excepcional que puede brindarle la gran oportunidad de su vida.
¿Por qué me decidí a leerlo?
Por el título, y por la sinopsis, al ver que realmente habla de la importancia de los objetos. A mí tener cosas me gusta, porque me sirven para recordar momentos pasados, sin tener que ser forzosamente una materialista (pero igual tengo demasiadas cosas, sobre todo libros…).
¿Mereció la pena?
No ha estado mal, aunque a veces he perdido el interés en la historia, porque se desviaba de lo que para mí era importante: reconstruir la historia del inquilino. Y la historia del tal Montalvo daba para llenar el libro, pero casi todo se descubre al final y entonces me parece demasiado rápido. Lo hubiera disfrutado más si el misterio se hubiera desarrollado de una forma más constante durante todo el libro, y no como a trompicones. La descripción de la universidad me aburría bastante.
Me han gustado los dos protagonistas (Mario y Beatriz), aunque él un poco menos, porque por un lado parece muy buena persona, pero es muy negativo y no se muestra como es realmente. En algunos momentos los personajes me parecían poco creíbles, como si encajaran demasiado bien en un prototipo de persona y me daba la sensación de que están exagerados.
Sí que me ha servido para reflexionar sobre un tipo de amor, el “eterno” no correspondido, que me resulta difícil de creer; y sobre la existencia de un destino que hace que todos los personajes acaben estando relacionados, que también me parece difícil de creer. Cuando leo ese tipo de cosas siempre pienso: «qué casualidad». Y que eso solo pasa en los libros, con personajes que parece que siempre están esperando a que suceda algo, sin pasar nunca a la acción.
¿A quién se lo recomiendo?
Pues no lo sé, puede que a los coleccionistas compulsivos, y a los que les gusten las historias en las que influya mucho el destino.
Ritmo de lectura
Pues a veces me costaba leerlo, así que me paraba, leía otras cosas… Luego llegaba una parte interesante y entonces leía más seguido.
¿Leerías algo más de la autora?
Pues no sé, tengo muchas dudas. He leído que no es de sus mejores novelas (reseñas de gente que se ha leído todas sus novelas). Tendría que ver de qué van y si realmente me llama la atención la historia.