El primero de mis secretos (in)confesables: que (a veces) tengo que saber qué va a pasar sin esperar a terminar el libro. Se supone que está mal, muy mal, eso de no ser capaz de esperar pacientemente a que el autor o autora nos cuente su historia tal y como como había pensado, sin atajos. Si el autor quisiera que supiéramos cómo acaba antes de tiempo hubiera empezado por ahí, por el final.
Continuar leyendo «Leer el final de los libros antes de tiempo»