Sinopsis

La señora Harris, una viuda de cierta edad que se dedica a limpiar casas de la clase alta londinense, descubre un buen día, en el armario de una de sus más ricas clientes, un par de vestidos de Dior que la dejan cautivada. Contra todo pronóstico, decide que ella quiere −necesita− uno de esos vestidos, aunque nunca vaya a tener ocasión de llevarlo. Cuando se entera del precio, en lugar de desistir, empieza a ahorrar para alcanzar su sueño e inicia así un largo proyecto que, al cabo de más de dos años, acabará llevándola a París. Sus aventuras en la casa Dior, de la mano de madame Colbert, el joven contable Fauvel y la bella modelo Natasha, y sus inopinados atisbos del gran mundo parisino la guiarán por un camino en el que no faltarán el escarnio ni el desprecio ni finalmente la amistad.

Flores para la señora Harris (1958) tuvo tanto éxito en su día que su autor, Paul Gallico, llegaría a dedicar al singular personaje tres novelas más. Esta fábula sobre el deseo y el entusiasmo, y también sobre su otra cara, la frustración, tiene desde luego mucho de cuento de hadas, pero es asimismo una aguda y divertida comedia social.

¿Por qué me decidí a leerlo?

Me lo habían recomendado y estaba en mi interminable lista de libros para leer. Al ver la sinopsis, tan divertida, me apeteció leer una comedia y sonreír un rato.

¿Mereció la pena?

Es una breve y deliciosa obra de humor inglés. Tiene un argumento muy sencillo y, lo mejor, unos personajes que son deliciosos. Me ha dado muchos momentos de risas, durante y después del leerlo. Además, tiene unas buenas descripciones y unos diálogos escuetos, pero muy divertidos, haciendo una maravillosa ambientación social de los años 50 tanto de Londres, en el mundo de las limpiadoras inglesas, como en París, en los salones de Dior. Es uno de esos libros que, aunque tengas un día negro, te lo vuelve luminoso.

El autor hace una oda a las señoras de la limpieza británicas y nos las pone como grandes luchadoras, muy decididas, y también valientes y muy fuertes. Cuando se proponen algo no paran hasta conseguirlo. Y así es la simpática protagonista del libro, un personaje maravilloso, muy luminoso y, sobre todo, muy divertida, que se le mete entre ceja y ceja tener un vestido de Dior y no para hasta que lo consigue, y los lectores la acompañamos en su gran aventura.

Es una novela llena de personajes con muy buenas intenciones. Cuando lo estás leyendo querrías que de verdad el mundo fuera así y estuviera lleno de gente maravillosa como todos estos personajes. Y eso es lo que hace que, aunque a veces parezca un poco infantil, sigas queriendo saber qué pasa con todos ellos e imaginas que todo va a terminar felizmente.

Empieza siendo una historia de amor por un vestido, pero no uno en concreto, cualquiera de ellos que le guste le vale a la protagonista. Y acaba siendo una historia de amor por la vida y por la belleza. En la vida nunca las cosas van a ser como las cuenta el autor, pero cuando lees el libro te reconcilias con el mundo. Todos deberíamos hacer como esta señora de la limpieza y cuando tengamos un sueño deberíamos intentar cumplirlo. Tampoco debemos dejar que los demás definan lo que nos merecemos o no, ni a lo que deberíamos aspirar, porque podemos aspirar y querer cualquier cosa con todas nuestras fuerzas. Y no solo me refiero a un vestido, que es algo material, y que es una buena metáfora que ha elegido el autor para explicarlo.

¿A quién se lo recomiendo?

A los que os gusten los libros de superación, de amor, de amistad, de humanidad, de bondad y de empatía, y que te hacen sonreír mientras los lees.

Ritmo de lectura

Muy rápido.

¿Leerías algo más del autor?

Por supuesto que sí.