Sinopsis
«Lo que más me sorprendió cuando me enseñaron a mi segundo hijo y lo cogí en brazos fue la total ausencia de sentimientos. Ni amor. Ni cólera. Nada.» Jodie esperaba tener una niña. Ya tiene un hijo, de dos años, y un marido, periodista, parco, convencional. La desilusión es fuerte, va más allá de una simple depresión posparto; el marido y las autoridades médicas le recomiendan una visita a la consulta de psiquiatría. Una inesperada llamada de una antigua amiga a la que hace años que no ve pone a Jodie, sin embargo, en el camino de disfrutar de sus dos hijos… por un medio bastante excepcional. No, mamá, no (1978), la primera novela de Verity Bargate, es un extraño y estimulante cruce de cuadro de costumbres domésticas del Soho bohemio de los 70, estudio de carácter y novela de terror.
¿Por qué me decidí a leerlo?
Estaba en esa lista larga larga que tengo de libros pendientes, apuntados bien sea por una recomendación de alguien con quien comparto lecturas o bien por Facebook o por Instagram. Aunque algunas veces también viene de un programa de televisión o radio o de un periódico. Pero este libro no sé de dónde ha llegado, estaba en esa gran lista, y al fin lo he podido borrar de ella. Hoy la lista tiene un libro menos.
¿Mereció la pena?
Me ha encantado esta novela donde se habla, sobre todo, de la falta de instinto maternal, y es que me parece que es un tema que no es muy habitual en la literatura. La protagonista, Jodie, nos cuenta en primera persona que no quiere ser madre a pesar de que tiene dos niños, a los que dice constantemente no querer. Pero la trama importante es que a esta mujer lo que le hubiera gustado es ser madre de niñas, y esto es lo que da mucho juego a la novela, ya que se engaña a ella misma y a una amiga pensando que tiene niñas en vez de hijos, en una supuesta locura.
Jodie vive con dificultades económicas, atravesando momentos muy difíciles con su pareja, y no solo no quiere a sus hijos, ahora ya tampoco quiere a su marido. Todo el problema viene porque piensa que a una hija ella le daría todo el amor que su madre no le dio a ella, y se obsesiona hasta el borde de la locura.
Me ha merecido especial atención la parte en la que visita, una sola vez, al psiquiatra al que la manda su marido. Porque con esta visita la protagonista nos viene a decir que es una incomprendida y los hombres suelen aliarse entre ellos para enfrentarse a las mujeres. En este caso son su marido y el psiquiatra, pero más tarde igual con su marido y el marido de su amiga, con lo que nos demuestra claramente que no tiene muy buen concepto de los hombres.
Lo cierto es que no sabemos muy bien si es una verdadera locura o simplemente una depresión posparto de antología, pero lleva fatal no trabajar, sentirse incomprendida… Y está harta de ser el biberón de su hijo recién nacido y pasarse la vida cambiando pañales. Esta parte me ha gustado cómo la remarca, porque creo que muchas mujeres hemos sentido eso después del nacimiento de nuestros hijos, aunque sin la obsesión de la protagonista. Al menos si no nos cae demasiado bien Jodie, nos congratulamos con ella al ver que para atravesar estos difíciles momentos no para de leer sus libros favoritos, para que sea más llevadera la rutina que la abruma.
Jodie, y seguramente muchas otras mujeres, vuelca en sus hijos todos sus miedos e inseguridades. Y estas mujeres se desviven porque sus hijos vivan lo que ellas no pudieron vivir. En este caso, el desapego que sentía su madre por ella la hace obsesionarse de tal manera que llega a máximos extremos durante el libro, por su obsesión de tener una hija.
¿A quién se lo recomiendo?
Os la recomiendo a los que os interesen los libros sobre mujeres que no tienen instinto maternal, de una forma muy extrema y rozando la locura.
Ritmo de lectura
Ha sido muy rápido.
¿Leerías algo más de la autora?
Pues solamente voy a poder leer uno suyo más, Con la misma moneda, porque es el único traducido al castellano. La autora solo escribió tres libros, ya que murió muy joven, a los 40 años.