Sinopsis
La casa de las bellas durmientes sobresale en la obra de Yasunari Kawabata por su perfección formal. Comienza con la visita del viejo Eguchi a una casa secreta gobernada por una mujer ordinaria y práctica que, al final, como él mismo, revelará su esencia inhumana. En ese burdel, el protagonista, de sesenta y siete años, pasa varias noches junto a los cuerpos de jóvenes vírgenes narcotizadas. A la vez que admira el esplendor de las figuras dormidas, rememora su relación con las mujeres: su esposa, su madre, su amante, sus hijas…
Erotismo, lujuria masculina, vejez y violencia se entretejen en esta fulgurante novela breve que amalgama, como es típico en la obra del Premio Nobel de Literatura, motivos tradicionales de la estética japonesa con temas modernos en ambientes casi irreales. Magnífica, pero profundamente perturbadora, La casa de las bellas durmientes es una escalofriante meditación sobre la sexualidad y la muerte.
¿Por qué me decidí a leerlo?
Me gusta mucho la literatura japonesa, ya sabéis que uno de mis escritores favoritos es el japonés Murakami, y de vez en cuando me gusta leer alguna novela que no sea de él. De este escritor, Premio Nobel de literatura en 1968, el primer japonés que lo ganó, no había leído nada y le tenía muchas ganas, pero no sabía por cuál de todas sus obras empezar. Porque a veces empiezas por una que no te gusta y no vuelves a leer nada de ese autor. Me decidí por esta porque una conocida me la recomendó y me pareció que era el momento adecuado para su lectura. Después de tenerla en las manos me gustó saber que a Gabriel García Márquez le gustó tanto que se basó en ella para escribir Memorias de mis putas tristes.
¿Mereció la pena?
A pesar de lo poco que me gusta el tema de la prostitución, tengo que decir que es una novela corta preciosa, con una narrativa tan bella que cuando terminas el libro quieres seguir leyendo más. Qué gran maestría narrativa tiene Kawabata. La literatura japonesa clásica tiene mucha dificultad para nosotros los occidentales, no es de fácil entendimiento, y lo cierto es que he leído que a veces hasta es complicada para los jóvenes japoneses de ahora. Pero no es el caso de este libro.
El protagonista tiene cinco encuentros, que siempre son en la misma habitación, con seis prostitutas diferentes. Siempre están dormidas y todas ellas son vírgenes. Los visitantes son ancianos que ya no pueden tener sexo, solamente se van a dormir con ellas, y no se pueden saltar las normas establecidas. Con esta narración el autor nos muestra su visión sobre la muerte, el amor, el deseo, el sexo… Por medio de estas muchachas el protagonista, que ya está en la vejez, rememora las mujeres que han pasado por su vida desde su madre, sus novias, su mujer, sus amantes, hasta sus hijas. También rememora noches de buen y mal sexo con algunas de ellas. Además, algunos capítulos de su vida los tenía olvidados, y estas bellas durmientes se lo hacen recodar.
Durante toda la novela hay una lucha entre polos opuestos, que son lo bello y lo feo, la juventud y la vejez, y, por último, la vida y la muerte. También se ve por toda la obra la imagen del deseo como contraposición a la vejez e incluso a la muerte, que aparece varias veces por el texto. Y otra cosa recurrente en todo el libro es la soledad, por eso van los ancianos a dormir con las bellas durmientes.
El libro es bastante sensual a través de los cinco sentidos. El tacto cuando acaricia a las muchachas, cálidas y jóvenes; el oído, ya que el mar y la lluvia suenan constantemente en esa habitación; el gusto, con los besos que les da a las bellas durmientes; el olfato, porque huelen cada una de una forma diferente; y la vista, cuando disfruta de la visión de estas mujeres.
¿A quién se lo recomiendo?
A los que os guste la literatura japonesa de gran belleza estética, que hace meditar sobre temas importantes de la vida.
Ritmo de lectura
Muy rápido, porque es una novela corta y porque me ha gustado mucho.
¿Leerías algo más del autor?
Esta novela me ha gustado tanto que sí, quiero seguir leyendo otros libros del autor.